Alerta. Es necesario que tanto padres de familia como maestros tengan una mayor vigilancia de los adolescentes porque hacen pactos peligrosos y quien no los cumpla no pertenece al grupo.
Fueron detectados dos casos de grupos de adolescentes de secundaria que presionaron a sus compañeros para suicidarse: un joven duró tres meses hospitalizado por los daños que sufrió.
Sandra Luz Guerrero López, directora del Instituto de Salud Mental, comentó que han atendido en este año dos casos de intento de suicidio colectivo o por presión de compañeros de escuela.
EN VICENTE GUERRERO, EL PRIMER CASO
El primero de estos casos fue en una secundaria del municipio de Vicente Guerrero donde existía un acuerdo entre siete adolescentes que habían acordado que cada uno se habría de suicidar cuando cumpliera años.
El caso salió a la luz cuando el primero de los jóvenes intentó matarse, pero fue descubierto por sus familiares justo en el momento en que trataba de quitarse la vida.
Después de haber sido atendido médicamente, se supo que existía el acuerdo.
El Instituto de Salud Mental atendió este caso y dialogó con los adolescentes involucrados, quienes abandonaron la idea que tenían.
SEGUNDO CASO EN EL SALTO
El segundo de los casos se registró en otra secundaria, pero en El Salto, cabecera de Pueblo Nuevo, donde un grupo de jóvenes, como novatada a otro compañero para ser aceptado en su grupo, le pidieron que intentara suicidarse en la misma escuela, utilizando la Bandera Nacional como artefacto.
El adolescente, para demostrar que sí podía formar parte de ese grupo, se colgó siguiendo las instrucciones de sus compañeros; finalmente cayó inconsciente y estuvo en coma un tiempo. Permaneció, de acuerdo a la información, tres meses hospitalizado y recibiendo atención especializada por los daños que sufrió.
Sandra Luz Guerrero López, directora de la institución, dijo que es necesario que en las escuelas los maestros se conviertan en vigilantes de sus alumnos y eviten este tipo de juegos o acuerdos, "no podemos hablar en los casos señalados de bullying, pero sí de una necesidad de pertenencia a un grupo y de hasta dónde pueden llegar los jóvenes por ello", comentó.
Vigilancia
Pacto
Aceptado
Jose antonio rodriguez / El Siglo de Durango