La Guerra de las Malvinas fue una “aventura militar” distorsionada porque respondió a intereses ajenos a recuperar la soberanía del territorio ocupado por Reino Unido, afirmó hoy el ministro de Defensa de Argentina, Arturo Puricelli.
El funcionario explicó que el conflicto militar se basó “en una decisión política y estratégica equivocada de la dictadura militar, tomada en función de intereses que no eran los que se decían defender".
Al presentar el documental sobre el Informe Rattenbach, un documento secreto sobre la guerra que permaneció clasificado durante 30 años, Puricelli evaluó los motivos y alcances que tuvo el conflicto iniciado por Argentina el 2 de abril de 1982.
En vísperas del 30 aniversario del desembarco de tropas argentinas en las Malvinas, el ministro rescató la actuación honesta de los soldados, oficiales y suboficiales de este país que combatieron en la guerra.
“Fueron los únicos héroes de la gesta de Malvinas", afirmó Puricelli al cuestionar al fallecido dictador Leopoldo Galtieri, quien se lanzó a una guerra con el único objetivo de alargar la permanencia de los militares en el poder que habían tomado por la fuerza en 1976.
El ministro calificó como “muy oportuna” la decisión que tomó la presidenta Cristina Fernández de desclasificar el Informe Ratenbach, ya que ahora la ciudadanía conocerá los pormenores de la guerra entre Argentina y Reino Unido.
“Debe quedar claro que el conflicto fue una decisión de una dictadura militar que no puede ser endosada al pueblo argentino", subrayó, ya que el reclamo de soberanía argentina en las Malvinas sigue intacto.
Señaló que "nuestro pueblo no tenía en sus manos el poder de decisión político y estratégico, fue la dictadura militar la que se equivocó y la que brindó un argumento para la consolidación de la usurpación ilegítima de Gran Bretaña de parte de nuestro territorio".
En medio de la renovada tensión que se recrudeció entre ambos países desde el año pasado, Puricelli agradeció el apoyo que Argentina ha recibido por parte de las naciones sudamericanas que reconocieron que las Malvinas es “la única espina” contra la paz en la región.
