Fuego amigo entre priistas
Radiografía Política / Banquetas E Iluminación Una vez más Luis Enrique Benítez Ojeda levanta la voz para mandar un mensaje a su partido: insiste en ser candidato a la presidencia municipal de Durango por el PRI en el 2013, aunque sabe que es imposible.
Ahora dejó entrever que el diputado Emiliano Hernández Camargo había mentido sobre la información dada a conocer como responsable de la Comisión de Hacienda del Congreso del Estado, en las que aseguró que se estaba investigando a ocho exalcaldes del estado por malos manejos administrativos, sugiriendo que incluso podrían terminar en prisión en caso de no solventar dichas irregularidades, pero Benítez Ojeda afirmó que no hay antecedente oficial de las supuestas indagatorias.
Y aunque muchos quisieron ver este golpeteo como algo relacionado con que Hernández Camargo fue el que sustituyó a Benítez Ojeda como responsable de los trabajos de la Reforma del Estado, la realidad es que tales declaraciones tienen como objetivo no ceder espacios en los medios de comunicación.
El también catedrático de la UJED sabe que en la lista final del Revolucionario Institucional sólo aparecen dos nombres y el de él no figura ni siquiera entre los primeros cinco.
Caro les ha resultado a Luis Enrique externar sus opiniones personales en contra de integrantes de su mismo partido. Mejor ha recibido felicitaciones de otros sectores por su autocrítica, situación que ha causado el malestar de sus compañeros.
Parece que Benítez sabe que al final se tendrá que conformar con alguna secretaría o delegación federal, en el mejor de los casos, pero definitivamente no veremos su cara en la boleta electoral el próximo año en la capital del estado.
Mucho cuidado deberá tener la Secretaría de Comunicaciones Obras Públicas del Estado con los trabajos que realizará -si es que se llegan a aprobar los recursos extraordinario el próximo año- para rehabilitar las cientos de banquetas en mal estado que existen en el primer cuadro de la ciudad.
Apenas el sexenio pasado se invirtió una buena cantidad de dinero para arreglar algunas y hoy forman parte de la historia. Las empresas encargadas de dichos trabajos no cumplieron con los estándares de calidad requeridos.
Asimismo un problema que comienza a preocupar seriamente a la actual administración estatal es la iluminación de fachadas de sitios históricos e iglesias, que en un principio cambiaron el rostro de la capital, pero que hoy lucen los estragos del vandalismo y la falta de mantenimiento.
Esos dos temas, aunque parecen insignificantes, a la larga podrían resultar un dolor de cabeza para el actual Gobierno, por lo que urge que se establezca un proyecto serio para ambos temas de interes social.