Damasco.Varios niños refugiados juegan a los ataques, tras el terrible trauma que les causó la represión.
Las fuerzas armadas sirias atacaron ayer miércoles con proyectiles de mortero y ametralladoras un suburbio de Damasco que había sido visitado varias veces por observadores de Naciones Unidas, lo que generó llamados para que la misión internacional permanezca en las zonas álgidas para evitar ataques del régimen.
Los activistas dijeron que el ataque del ejército se concentró en bastiones de la oposición, como el suburbio de Duma, luego que los observadores abandonaron el lugar. Agregaron que el régimen del presidente Bashar Assad ha interrumpido los ataques con artillería en áreas en las que los observadores fueron desplegados por periodos más largos. Actualmente se encuentran 13 observadores en Siria, pero el equipo tiene planeado crecer a 100 en un mes y eventualmente hasta 300.
Ayer las fuerzas del gobierno atacaron Duma por segundo día consecutivo pese a la visita de observadores, dijo el activista local Mohamed Saíd. Indicó que el ejército realizó disparos antes, durante y después de la visita de los observadores, la tercera que hacen a Duma en tres días.
Saíd agregó que el suburbio no cuenta con electricidad desde el martes y los civiles buscan protección en los pisos inferiores de los edificios. Los Comités de Coordinación Local, una red de activistas, confirmó que Duma era blanco de intenso ataque.
El persistente derramamiento de sangre ha empañado los esfuerzos de los observadores para hacer valer una tregua en Siria que empezó a desmoronarse tan pronto como entró en vigor el 12 de abril. Pese a la violencia, la comunidad internacional aún considera el plan de paz como la última oportunidad para evitar que el país caiga en una guerra civil, en parte debido a que no existen alternativas reales.