La tenencia de marihuana para consumo personal se despenalizó con el primer minuto del jueves, al entrar en vigencia una nueva ley en el estado de Washington, y en ese momento una multitud celebró felizmente, encendiendo cigarrillos de la droga frente a la torre Aguja Espacial de Seattle.
Se supone que la nueva ley prohíbe el consumo público de la marihuana, so pena de multa, pero no sólo no había policías a la vista, sino que los asistentes soplaban el humo hacia las cámaras de los noticieros de televisión.
"Es un gran día porque nuestras vidas han estado bajo la cortina de hierro de la prohibición", destacó Vivian McPeak, directora del festival Hempfest de la marihuana, que se celebra cada año en Seattle, Washington. "Todo el mundo ha sido testigo de la anulación de esa prohibición", agregó.
Ese fue el reflejo de una nueva realidad: la marihuana es legal en el estado de Washington.
Washington y Colorado fueron los primeros estados que votaron para legalizar y regular la tenencia de 28 gramos (una onza) o menos de marihuana entre adultos de más de 21 años. Ambas leyes contemplan la concesión de licencias a los cultivadores de marihuana, sus procesadores y vendedores. En Colorado la ley entrará en vigencia el 5 de enero.
Sin embargo, con el advenimiento de la legalización de la marihuana, Washington y Colorado enfrentan algunos dilemas genuinamente complicados: ¿Cómo rayos se crea un mercado legal y funcional de la marihuana? ¿Cómo garantizar a los adultos la libertad del uso responsable de la marihuana, o no tan responsable, mientras se mantiene alejada de los adolescentes?
DE BRAZOS CRUZADOS
Además, quizá lo más apremiante: ¿El Departamento de Justicia se quedará con los brazos cruzados mientras los estados extienden licencias a cultivadores, procesadores y vendedores de una sustancia que en la ley federal continúa siendo en gran medida ilegal?
"Estamos construyendo esto desde los cimientos para arriba", dijo Brian Smith, portavoz de la Junta de Control de Licor de Washington y que ahora está encargada de reglamentar la droga. "La iniciativa no trae una varita mágica que convierte a todos aquí en expertos en marihuana", agregó.
Las leyes aprobadas el 6 de noviembre tienen dos facetas principales.
Primero, autorizan la posesión de hasta una onza de marihuana a los adultos mayores de 21 años, lo que ya entró en vigencia el jueves en Washington. Sin embargo, continúa siendo ilegal -por ahora- la venta de marihuana, así que las personas tendrán que continuar consiguiéndola por su cuenta.
Segundo, los esquemas de regulación, son más difíciles. La Junta de Control de Licor de Washington, que ha estado regulando alcohol durante 78 años, tiene un año para establecer normas para la industria de la marihuana en ciernes: ¿Cuántos productores, procesadores y tiendas debe haber en cada condado? ¿Debe haber límites en la potencia de la droga? ¿Cómo se inspeccionará, envasará y etiquetará?
