Los ministros de Exteriores del G8 urgieron a Siria a respaldar con más garantías su aparente alto el fuego, y amenazaron con actuar en la ONU si Corea del Norte procede con su anunciado lanzamiento de un cohete de largo alcance, lo que finalmente ocurrió.
Los jefes de la diplomacia del Grupo de los 8 (G8, formado por Estados Unidos, Rusia, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Japón y Canadá) cerraron ayer una reunión de dos días en Washington, con el fin de preparar la cumbre presidencial de mayo en Camp David (Maryland, Estados Unidos).
Además de a Siria y Corea del Norte, los cancilleres dedicaron gran parte de su agenda a Irán, ante la proximidad de la reunión del sábado entre Teherán y el Grupo 5+1 (formado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) sobre el programa nuclear de la República Islámica.
En cuanto a Siria, los ministros "celebraron" el anuncio del enviado especial Kofi Annan de que "la violencia, al menos por el momento, ha cesado", según indicó a la prensa la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, al término del encuentro.
En un encuentro, Clinton y el titular de Exteriores ruso, Sérguei Lavrov, coincidieron en que el alto al fuego es "sólo un frágil primer paso", según el relato de la secretaria de Estado. Clinton subrayó que el líder sirio, Bachar Al Asad, "no ha cumplido los seis puntos del plan de Kofi Annan", y recordó que ese documento "no es un menú de opciones, es un conjunto de obligaciones".