Gabo, poco taquillero en cine

Gabriel García Márquez, autor de Cien años de soledad y ganador del premio Nobel de Literarura, no es alguien cuya obra tenga el mismo éxito en el cine.

En Colombia, su país natal, las adaptaciones que se han hecho de sus novelas no llegan a superar el millón de espectadores. Ahí su colega Jorge Franco lo ha superado con Rosario Tijeras o Paraíso Travel.

La obra de Gabo ha originado cerca de 50 producciones, entre cortos y largos, que cineastas internacionales, como Mike Newell (Cuatro bodas y un funeral) y Arturo Ripstein (Tiempo de morir) han llevado a la pantalla grande, pero sin grandes resultados en taquilla.

La más reciente, Amor en los tiempos del cólera, con Javier Bardem, ocupa el lugar 4 mil 810 de todos los tiempos en Estados Unidos, de acuerdo con Mojo, empresa que mide las taquillas internacionales.

Y en este país El coronel no tiene quien le escriba, que costó 3 millones de dólares en producción (en 1999), no sólo permaneció pocos días, sino que en España, donde fue vendida comercialmente, apenas llegó a los 200 mil asistentes.

En México mismo no se pudo levantar el presupuesto, desde hace cuatro años, para rodar Noticias de un secuestro, impulsada por Argos, valuada en 5 millones de dólares y que fue anunciada en su momento con la posibilidad de que Salma Hayek fuera una de las actrices.

 LA ÚLTIMA Y SE VA

El viernes pasado se estrenó la última adaptación de sus escritos: Memoria de mis putas tristes, que aborda el caso de un hombre de 90 años, enamorado de una sexoservidora, y que ha sido vendida ya, a más de 10 países.

"Nos dijeron que sería la última adaptación que permitían y por ello pusieron algunas condiciones, como un presupuesto que garantizara éxito en taquilla (unos 100 millones de dólares) y que fuera en español", recuerda Vicente Aldape, coproductor de la película, que terminó costando arriba de 4 millones de dólares, al tener que cambiar el rodaje de Puebla a Campeche.

Contrario a la novela original, donde es una adolescente la protagonista (que originó acusaciones de pedofilia), el personaje del filme es mayor de 18 años.

La única secuencia que podría generar ruido, de unos segundos, es una en la que el personaje principal siendo niño (Diego Zinker) se acuesta con una mulata con parche en el ojo. Durante el rodaje, la mamá del pequeño estaba presente.

"Nunca me dio pena, lo único que hacía era pasar (por un set con mujeres desnudas del torso) y ya. Hablaba con el director (el danés Henning Carlsen) y me enseñaba dibujos de lo que debía hacer", comenta Zinker, quien en 2010, cuando se rodó el filme, tenía 10 años.

Memoria de mis putas tristes, protagonizada por Emilio Echevarría (Amores perros), contó con la colaboración de Jean Claude Carriere, escritor de Luis Buñuel. Al francés le tocó hacer las cartas que redacta el sabio a la joven.

¿Sabías Que...

En octubre de 2009, activistas como Lydia Cacho frenaron el rodaje en Puebla de Memoria de mis putas tristes por considerar que alienta la pedofilia?