El fallecido líder libio Muamar Gadafi ofreció a Kazajstán “miles de millones” en 1992 para mantener en su territorio el arsenal nuclear, que heredó de la desintegrada Unión Soviética, para aprovecharlo como la “primera bomba atómica musulmana”.
“A principios del año 1992, la cancillería recibió por vía diplomática una carta de Gadafi dirigida al presidente de Kazajstán, Nursultán Nazarbaev, en la cual le propone crear la ‘primera bomba atómica musulmana’”, dijo el excanciller kazajo, Kasimyomart Tokaev.
Tokaev, en la actualidad secretario general adjunto de las Naciones Unidas, instó a hacer de dominio público el contenido de la carta de Gadafi, que se encuentra archivada, “para que las generaciones venideras entiendan mejor la dinámica de aquella época turbulenta”.
Explicó que Gadafi prometió “miles de millones”, sin especificar la moneda, para financiar el proyecto, según la agencia rusa de noticias Novosti.
Tokaev, quien fue ministro de Exteriores de Kazajstán de 2003 a 2009, indicó que el presidente de su país declinó la oferta debido a las preocupaciones sobre la paz mundial, por lo que esa decisión demostró que el país apoya la lucha contra la proliferación nuclear.
Kazajstán, un país de Asia central, de mayoría musulmana, se independizó de la Unión Soviética en 1991 y renunció a su arsenal nuclear de mil 410 ojivas nucleares poco después.
La república es miembro del Tratado de No Proliferación Nuclear y del Protocolo de Lisboa de 1992, en virtud del cual transfirió completamente a Rusia el arsenal nuclear que quedó en su posesión tras la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).