Masacre. El ministro sirio de Asuntos Exteriores, Yihad Maqdesi (i), y el portavoz del Ministerio de Exteriores, Yihad Maqdesi (d), comparecen sobre la masacre de Hula en Damasco.
El régimen sirio culpó ayer jueves a 800 combatientes rebeldes por la masacre de más de un centenar de personas en el centro del país la semana pasada, casi la mitad de ellas niños, en su explicación más amplia hasta el momento de ese derramamiento de sangre.
La versión contradice totalmente lo dicho por testigos, que culparon a los "shabiha", pistoleros que operan en nombre del régimen del presidente Bashar Assad. Las Naciones Unidas también indicaron que tienen fuertes sospechas de que esos agresores partidarios del gobierno son responsables de gran parte de la carnicería del viernes en un conjunto de poblados conocido como Hula.
Damasco, que enfrenta una oleada de indignación internacional por los homicidios, lanzó su propia pesquisa en torno a las muertes y anunció que el viernes se llevarán a cabo oraciones especiales por las víctimas en mezquitas de todo el país. El secretario general de la ONU, Ban-Ki Moon, advirtió que podría desatarse una guerra civil y le pidió al régimen que suspenda los ataques.
En una conferencia de prensa el jueves, Qasem Jamal Suleiman, que encabezó la investigación del gobierno en torno a la masacre, negó categóricamente que el régimen haya tenido algo que ver en ella. Dijo que cientos de pistoleros insurgentes efectuaron la matanza después de lanzar un ataque coordinado sobre cinco puestos de seguridad.
El objetivo, señaló, era tenderle una trampa al gobierno y azuzar un conflicto sectario en Siria.
"Las fuerzas gubernamentales no ingresaron al área cuando ocurrió la masacre, no antes de la masacre y no después de ella", afirmó, y agregó que las víctimas eran familias que se negaron a oponerse al gobierno o a portar armas.
Un activista opositor que vive en Hula dijo que está claro que el gobierno no ha efectuado una investigación.
"El régimen busca formas de justificar la masacre ante el mundo", dijo Saria al-Hulany. "Es evidente que no hubo ninguna pesquisa profesional... Si tuviéramos 800 combatientes en Hula, esta masacre no habría ocurrido", agregó.
Jihad Makdissi, vocero de la cancillería, dijo que el objetivo es crear sedición en el país."Hay gente en cuartos oscuros que trabaja día y noche para hacer de Siria un blanco... y la forma de lograrlo es desatar un conflicto civil", declaró a reporteros en la misma conferencia de prensa. "No tendrán éxito".
La masacre de Hula fue uno de los incidentes más letales desde que empezó el alzamiento popular contra el régimen de Assad en marzo del año pasado. Los activistas dicen que unas 13,000 personas han muerto en 15 meses de enfrentamientos.
Crece número de refugiados
El número de refugiados y desplazados en el mundo ha crecido exponencialmente en los últimos años hasta un nivel
sin precedentes, un proceso que en la próxima década no sólo no revertirá sino que aumentará, según alerta un in-
forme el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
El estudio, titulado “El estado de los Refugiados en el mundo” y presentado ayer, es un compendio de los movimientos de personas que han sido forzadas a abandonar sus hogares en los últimos siete años y que residen de forma precaria sea en naciones terceras (refugiados) o en otras regiones de su propio país (desplazados internos).
Las cifras citadas en el informe van hasta 2010, y no abarcan ni 2011 ni los meses transcurridos de 2012, por lo que no están incluidos los movimientos ocasionados por las revoluciones enmarcadas en la Primavera Árabe, ni las crisis recientes en Malí o Guinea Bissau, ni tampoco los refugiados y desplazados internos provocados por el conflicto sirio.
El texto indica que casi 43 millones de personas en el mundo han sido forzadas a abandonar su hogar, pero sólo 34 son asistidos por el ACNUR, dado que esta lista no incluye a los casi 5 millones de refugiados palestinos que están bajo la responsabilidad de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), ni a los cuatro millones de
desplazados no atendidos.