Alejandro Poiré, el novel secretario de Gobernación en México, no pensó demasiado al calificar de "ridícula" la alerta que emitió Estados Unidos a sus ciudadanos para que no viajen a nuestro país por el alto índice de violencia.
Fue el miércoles 8 de febrero cuando el Departamento de Estado norteamericano advirtió sobre el crimen y la violencia que invaden a México y aconsejó a no viajar a 14 de las 32 entidades federativas, prácticamente a la mitad del territorio nacional.
Un molesto Poiré dijo que le parecía fuera de toda proporción el anuncio norteamericano no obstante reconoció que hay zonas de riesgo en donde el gobierno mexicano actúa para contrarrestar al crimen organizado.
Aunque tuviera validez la opinión de Poiré, el problema de fondo es que a él no le van a creer en el extranjero y quizá tampoco en México, mientras que al Departamento de Estado sí lo toman en serio.
De nada le sirve a México ni a la industria turística tan sensible y primordial para la economía, que un alto funcionario descalifique una alerta del gobierno norteamericano que exagerada o no, será seguida por millones de turistas potenciales del vecino país.
Si usted creía que 2012 sería el año de la gran recuperación de visitantes luego de la crisis financiera mundial de 2008, la gripe A (H1N1) de 2009 y la ola de violencia de 2010 y 2011, pues nada que el Departamento de Estado echó por la borda todos los buenos pronósticos.
Obviamente no es casualidad que este espantoso anuncio ocurra apenas en el segundo mes del año cuando miles de turistas norteamericanos se alistan para tomar sus vacaciones, algunos durante el llamado Spring Break otros por la Semana Santa y la gran mayoría durante el próximo verano.
Ni tampoco es coincidencia que la Secretaría de Turismo haya intentado días después neutralizar la advertencia de Estados Unidos con datos al parecer inflados y manipulados.
Según la Sectur, México registró en 2011 un récord de 190 millones de visitantes, pero apenas 22.6 millones fueron de origen extranjero lo que significó una reducción del 7.3 por ciento con respecto al año anterior. Del turismo proveniente de Estados Unidos la caída de año contra año fue del 4 por ciento.
Tampoco mencionó que México sufre desde la gripe porcina un desplome en el número de cruceros turísticos que atracan en puertos mexicanos. En 2008 fueron 244 cruceros los que llegaron al país con un total de 532 mil pasajeros, pero en 2011 sólo 40 buques de los llamados cruceros surcaron mares aztecas con apenas 71 mil turistas.
Con la economía yanqui en vías de recuperación, se esperaba que México se convertiría en 2012 en el gran destino turístico para el visitante de Estados Unidos, gracias a sus maravillosas playas, a su reconocida hospitalidad, a su cercanía geográfica y a sus atractivos precios.
Pero el pasado 8 de febrero el Departamento de Estado de Estados Unidos lanzó su alerta en donde precisa que "el crimen y la violencia son problemas serios en todo el país (México), y pueden ocurrir en cualquier parte".
Este aviso renueva el emitido el 22 de abril de 2011 con la diferencia de que la cancillería norteamericana desaconseja en esta ocasión viajar a 14 de los 32 estados de México.
Algunas zonas turísticas exclusivas como Cancún, la Riviera Maya y Los Cabos no resentirán tanto esta alerta, pero destinos populares como Acapulco, Mazatlán, PuertoVallarta y las zonas fronterizas, simplemente significará la diferencia entre una buena y una pésima temporada.
Lo más dramático son las cifras que maneja el comunicado norteamericano en donde da cuenta de los 47,515 crímenes relacionados con el narcotráfico ocurridos en México de diciembre de 2006 a septiembre de 2011, además del incremento de ciudadanos estadounidenses asesinados, esto es de 35 en el año 2007 a 120 en 2011.
Así las cosas, ¿por qué ese atrabancado intento de tapar el sol con un dedo y calificar de ridículo a un informe que refleja el terrible ambiente de violencia que se vive en México, le guste o no le guste al señor Alejandro Poiré?
¿No será más efectivo guardar un prudente silencio y trabajar a fondo para que México recupere de una vez por todas la paz y tranquilidad de antaño?