En 10 días de gobierno, el mexiquense Peña Nieto hizo sentir la fuerza del Estado en seguridad, la prioridad en educación y proyecta el final de los nefastos arraigos en procuración de justicia.
Mucho antes del cambio de régimen era temido el aparato de seguridad implementado por Genaro García Luna, quien con sus 36 mil policías poderosamente armados parecía esperar, amenazante, al nuevo gobierno.
Causó sorpresa la decisión de Peña Nieto de desbaratar la Secretaría de Seguridad Pública Federal, lo cual no se ha concluido porque el panista Ernesto Cordero se alió con el PRD para impedir en el Senado la reforma de la Administración Pública, pero esto se encuentra en vías de solución y de García Luna ni se sabe cuál rumbo tomó.
No pocos creyeron que Elba Esther Gordillo mantendría a su poderoso cacicazgo, incólume e intocable, con sus miles de profesores "aviadores" y dedicados a las peores artimañas políticas.
Sin embargo, eso se le acaba a la "maestra" y también la prerrogativa de quitar y poner profesores, o disponer del personal administrativo a discreción, amén de lograr millonarias partidas a través del contrato colectivo del trabajo con la Federación y las exacciones a cada uno de los gobiernos estatales.
Para el efecto, Enrique Peña Nieto y su secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, implementaron reformas al artículo tercero constitucional, con las cuales se consolidará la rectoría del Estado en educación.
El presidente anunció la modernización del marco jurídico para una educación de mayor calidad y equidad y en ello recibió el aplauso conjunto de los dirigentes del PAN (Gustavo Madero) y PRD (Jesús Zambrano), lo cual nadie habría imaginado hace dos semanas.
En ello también respaldaron a Peña Nieto los coordinadores de las fracciones parlamentarias, exsecretarios de Educación, el rector de la UNAM José Narro y educadores en general.
Chuayffet anunció la creación de hasta 40 mil escuelas de tiempo completo en el sexenio, con jornadas de seis a ocho horas diarias y, según advirtió, si México representa el segundo porcentaje más alto del presupuesto educacional en el mundo, después de Nueva Zelanda, es claro que no hemos superado nuestras debilidades y el rezago.
Dijo Chuayffet que dicha reforma no es con dedicatoria a la líder del SNTE, pero no es olvidada la pelea de él con Gordillo en la Cámara de Diputados, cuando ella perdió la coordinación de la bancada priista.
Gordillo no acudió al acto del Museo de Antropología, pero envió al secretario general del SNTE, Juan Díaz de la Torre, quien celebró la reforma educativa y al hablar en plural dijo que no caerán en provocaciones y vigilarán los derechos humanos de los trabajadores -¿ahora sí?-. Presumió la titularidad del SNTE en las relaciones laborales y lo declaró legal, legítimo y ¡democrático!
Según el presunto testaferro de Gordillo, algunas propuestas de la iniciativa de Peña las formuló el SNTE hace 10 años, entre ellas el Instituto Nacional de Evaluación Educativa. ¿Y luego?
A la vez se dijo dispuesto a apoyar el censo de escuelas, maestros y alumnos, lo cual ha evitado el SNTE, y, a juicio de Chuayffet, es necesario para saber cómo debe ser operado el sistema educativo.
Gordillo se enconcha y cambia el tono de aquel discurso a grito abierto del hotel de la Riviera Maya, donde se ocultó de sus disidentes y, afirmó, los maestros no deben ser examinados, sólo evaluados. Ahora se proponen concursos de oposición para garantizar la idoneidad y conocimientos de los profesores. ¿Los va a impedir la maestra?
EN LA PGR realiza una limpia Jesús Murillo Karam, de rincón por rincón y se propone acabar con los criminales arraigos. Podría terminar con los nefastos testigos protegidos, por cuyas falsas acusaciones hay numerosos inocentes en las cárceles.
AL PRI LLEGÓ otra pieza de lujo mexiquense, el licenciado y doctorado de la UNAM, César Camacho, quien brilló como gobernador sustituto y ha tenido desempeños destacados como legislador. Estará al frente del tricolor hasta 2015.
(www.felixfuentes.com.mx)
