Los rebeldes del Movimiento del 23 de marzo (M23) amenazaron hoy con tomar el control de la localidad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, para poner fin a la inseguridad que afecta a esa región de la República Democrática de Congo (RDC), informó hoy la Radio Televisión Groupe Avenir (RTGA).
Los amotinados, exsoldados de las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC), justifican su amenaza por la inseguridad que se agravado en esa provincia oriental y que, supuestamente, pone en peligro la vida de la población civil.
Según la RTGA, que citó un comunicado del M23, los rebeldes acusan a las FARDC y a la Policía de ser responsables de la inseguridad.
"Si no se hace nada, nos veremos en la obligación de ocupar el terreno", advirtió el M23 en el texto, que todavía no ha tenido respuesta por parte de las autoridades de la RDC.
Por su parte, el portavoz de las FARDC, Leonce Kasongo, señaló que el Ejército no reaccionará ante las amenazas de ese grupo, y afirmó que la seguridad de la población es responsabilidad del Gobierno.
"No les corresponde a los rebeldes recordar al Estado lo que tiene que hacer o lo que ya está haciendo", dijo el oficial congoleño, quien acusó al M23 y a las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) de ser los responsables de la inseguridad.
Por otra parte, la sociedad civil de Lubero hizo un llamamiento al Gobierno de la RDC para que tome medidas adecuadas para luchar contra la creciente inseguridad en el territorio de Kivu del Norte.
El M23 lo forman un grupo de soldados congoleños amotinados fieles al rebelde Bosco Ntaganda, buscado por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y contra la humanidad.
En los últimos meses, la zona oriental de la RDC ha vivido numerosos enfrentamientos entre el Ejército y rebeldes del M23, que se levantaron el pasado abril para protestar por la pérdida de poder que había impuesto el Ejecutivo de Kinshasa a su líder y reclaman nuevas negociaciones con el Gobierno.
Estos enfrentamientos han forzado a huir a decenas de miles de personas, que buscan refugio en las vecinas Uganda y Ruanda.
Ntaganda, que cuenta con un amplio historial de motines, se integró hace dos años en el Ejército de la RDC al contribuir a la pacificación de Kivu del Norte tras ayudar a la detención, en 2009, de Laurent Nkunda, un antiguo señor de la guerra y general del Ejército local.
La RDC está inmersa aún en un frágil proceso de paz tras la segunda guerra del Congo (1998-2003), que implicó a varios países africanos.
