El mexicano Andrés Guardado festejó el ascenso del Deportivo La Coruña.
El Deportivo de La Coruña encontró en Xisco su talismán en el final de temporada, el delantero que apenas había dado señales de vida a lo largo del curso por las lesiones, pero que apareció en el momento decisivo para anotar los dos goles que desequilibraron a favor de los coruñeses el partido del pasado miércoles ante el Nástic (1-2) y el de este domingo ante el Huesca (2-1) y que certificaron el regreso a la Primera División española.
Con una dosis de sufrimiento, pero con alegría final, como casi siempre durante su corto camino en Segunda, impecable a nivel de resultados, el Deportivo sacó la cabeza del infierno con una remontada ante los oscenses.
Con el pitido final, la fiesta estalló en el abarrotado estadio de Riazor, la afición se quedó en sus asientos, no invadió el campo, y el campeón de Segunda comenzó la celebración de su regreso a Primera.
El Deportivo, por primera vez en la temporada, dependía sólo de su resultado para ascender, no tenía la magia de Juan Carlos Valerón, titular en 37 partidos de la temporada, y buscó llegar a la meta con la pegada de Lassad y Riki y menos elaboración.
Con ambientazo en Riazor y la fuente de Cuatro Caminos aguardando la celebración del ascenso, fue el Huesca el primero en asomarse al área contraria con un centro de Núñez que cabeceó fuera Omar.
Con el marcador en contra, la grada de Riazor comenzó a pedir intensidad y carácter a sus jugadores.
Con las baterías recargadas, los coruñeses empujaron en la reanudación.
Avanzaba el reloj, no llegaba el gol del ascenso y Oltra, a falta de 23 minutos, apostó por el delantero que el miércoles le había dado el triunfo a su equipo en el minuto 94, Xisco, para tratar de que repitiera hazaña.
Y el balear, en una temporada gris con final feliz, no defraudó y tres minutos le bastaron para asomarse dos veces al área y anotar en la segunda, en la que logró conectar con la cabeza un centro de Bruno Gama.
Con el gol de la remontada, comenzó la fiesta en el estadio de Riazor, mientras Oltra, centrado en el partido, trató de amarrar el resultado con la entrada de Borja, que sumó contención al medio del campo.
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Suma el Deportivo La Coruña tras 41 jornadas disputadas en la Segunda División