¿P Or qué está triste la princesa? "Porque pasan los años y yo no he hecho nada en la vida; me dijo Elena alguna tarde de nostalgia mientras platicábamos en su sala donde una buena parte de los libreros los ocupa su extensa obra. La misma Elena que escribe sin descanso desde aquel miércoles 27 de mayo 1953 en que con lápiz y libreta en mano entrevistó a un tal Mr. White, por entonces embajador de Estados Unidos en México "Sólo porque mi mamá le dijo al embajador que yo era periodista, pero era mentira, una ocurrencia, una chiripada". Tenía veintiún años y con aquella entrevista inexperta y el paso inseguro y miedoso, comenzó a escribir en la sección de Sociedad y Eventos varios del periódico Excélsior. "Había una famosa cronista de sociales que firmaba sus notas con el seudónimo Bambi por lo que yo pensé en firmarlas con el de Pluto", platicó alguna vez Elena quien en su primera etapa de periodista corría de un lugar al otro para sacar la nota, para darle forma a una entrevista en la que a veces el entrevistado no decía nada porque: "si yo supiera hablar no toreaba" le dijo el Cordobés, gran ídolo del toreo allá por el año 64 del siglo pasado. En una de esas entrevistó a Cantinflas de quien cuenta: "puesto en trance de responder a las preguntas concretas, el inventor del cantinflismo se deja de cantinfladas y responde breve y preciso: "Sí", "No", "Todo", "Claro", "Cállese". En las épocas más bravas de La Tigresa, Elena se arriesga a preguntarle "¿Los tigres no atacan por detrás? "Yo ataco de frente, ahora mismo podría hacerla cisco, pero no se me da la chingada gana; la aguardo, la acecho a ver a qué horas cae…". A Marlene Dietrich a la que describe como "sinuosa, refulgente, el vestido la desnuda, parece estar enfundada en una media de seda, se transparentan sus pezones, su ombligo, su pubis" después del show que en 1963 presentó en el desaparecido Terraza Casino le preguntó: ¿Le gusta ser el centro de atención? NO, ni que me rodeen los curiosos o me miren fijamente, respondió la diva. Elena ha pasado el tiempo de su vida preguntando: "Porque soy insegura. Siempre he tenido preguntas, nunca respuestas. Hasta la fecha pregunto a ver si algún día me entro de lo que se trata…" Dolores del Río, Octavio Paz, León Felipe, María Izquierdo, Jorge Luis Borges, María Félix, El Santo, Tongolele, Luis Barragán, Gabriel García Márquez, Lola Beltrán, Luis Buñuel, "Todo México" respondió a sus entrevistas compiladas en tres tomos que en 1994 publicó la Editorial Diana. "La vida es algo que le pasa a los otros, no a mí misma ¿por qué será?" dice Elena y se lo cree porque es muy crédula. "Elena que es una mujer culta y sumamente inteligente, finge una gran ingenuidad para que la gente le diga todo. Al cabo que estoy con un ángel de la guarda, piensan, y le cuentan todo, nos dice Juan Villoro. Y así, cargando por todo México su enorme grabadora (de las de antes) se hizo un tiempito -poco- también para los amores y hasta para llenarse de asombro ante el nacimiento de cada uno de sus tres hijos para quienes ha sido una madre amorosa y como todas las madres que trabajan fuera de casa, una madre llena de culpas. "He sido muy dura conmigo misma, me he negado casi todo. "Estudié en un convento de monjas y en cierto modo he seguido siendo una monja que merece castigos más que recompensas" reconoce ella misma en una magnífica entrevista que con motivo de sus ochenta años que cumplió el sábado pasado, le hizo Silvia Cherem. Con el mismo motivo, CONACULTA le ofreció una comida donde la misma Elena hizo la lista de invitados: sólo mis amigos, pidió, y no se vio por ahí a ningún candidato, ningún político, ningún delincuente. Sus hijos, sus nietos, un centenar de amigos sin beneficios, y entre nosotros, presente, inevitable; la ausencia de Carlos Fuentes quien horas antes de su inesperada muerte escribió con su puño y letra para el aniversario de Elena: "¿Pobre Princesa? ¿O princesa pobre? Nada de eso: la ciudadana Poniatowska es nuestra y es rica. Rica en afectos, rica por lo mucho que da y lo mucho que recibe. ¡Rica princesa! O como le canta Jesusa Rodríguez: "Princesa del jitomate, emperatriz del tepalcate/ marquesa de papel… Guillermo Soberón, Juan Ramón de la Fuente, y el actual rector de la UNAM presidieron el homenaje que le rindieron maestros y alumnos en el mismo corazón de la Universidad, a ella que aunque lo deseó, nunca pudo asistir a la universidad. Pasados los homenajes que recibió con el asombro que la caracteriza, ahora ha vuelto al rincón más arrinconado de su casa "es que aquí nadie me molesta" para seguir leyendo, pensando, escribiendo porque "para qué me voy a poner triste ni a sentirme sola, mejor me pongo a escribir".