El régimen del presidente de Siria, Bachar Al Asad, podría plantearse que algunos de sus miembros dimitan, si tal asunto se menciona en unas eventuales negociaciones con la oposición, manifestó hoy en Moscú el viceprimer ministro sirio, Kadri Jamil.
"En el mismo diálogo se puede abordar cualquier problema, incluso este asunto puede discutirse", aseguró Jamil en rueda de prensa, tras reunirse con el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, informaron las agencias rusas.
Al mismo tiempo, aseguró que no es muy democrático exigir dimisiones antes de que se encuentre el mecanismo para el inicio del diálogo que conduzca a la reconciliación nacional entre todos los sirios.
"Este es un intento de obligarnos a tomar determinadas decisiones. Primero, habrá que preguntar el propio pueblo sirio.
Pedir dimisiones como condición para el diálogo significa la misma imposibilidad de proceder al diálogo", indicó Jamil.
A juicio de Jamil inducir desde el exterior a la renuncia de los dirigentes sirios "crearía un peligroso precedente en las relaciones internacionales".
En su opinión, el diálogo con la oposición debe incluir dos puntos fundamentales: renuncia a la violencia en todas sus formas y a la injerencia exterior.
"Si logramos alcanzar un acuerdo en esos asuntos, podremos acordar el resto", apuntó.
Previamente, durante la reunión con Lavrov, el viceprimer ministro sirio responsabilizó de las "muchas dificultades" que atraviesa Siria a la "injerencia exterior, que impide que los sirios solucionen sus problemas".
"El gobierno trabaja bajo el lema de la reconciliación nacional.
Todas las partes deben aprender a asumir compromisos", dijo Jamil.
