Con botes destinados a la basura, trabajadores del inmueble evitaron que corriera el agua en el interior del Auditorio Municipal. Aunque pocas, sí hubo goteras al interior del inmueble durante la llovizna de ayer. (Foto de Jesús Galindo)
Apenas una ligera llovizna se dejó sentir ayer sobre la ciudad y las filtraciones ya se dejaron sentir en el nuevo domo del Auditorio Municipal, ello cuando la obra ni siquiera había sido probada.
En recorrido efectuado ayer en este añejo escenario de la calzada Colón, al cual se le han invertido varios millones de pesos en el cambio del domo y otras obras y equipamiento, se pudo apreciar que los trabajadores del lugar debieron utilizar diversos recipientes, principalmente depósitos de basura, para captar el agua que escurría de la parte alta del inmueble, justo del nuevo domo.
Aunque se trató de escasas cinco o seis goteras, las cuales no causaron mayor problema en el lugar, la realidad es que se trata de una estructura nueva, la cual tampoco fue exigida por la llovizna, quedando la duda sobre qué pasaría en caso de presentarse un intenso aguacero.
Aunque hubo quien comentó que es justo este tipo de lluvias las que sirven para medir la calidad de la techumbre y ubicar goteras que serán reparadas a la brevedad, elementos ligados al deporte lagunero señalaron que ante una importante inversión efectuada, las pruebas de resistencia y calidad se deben efectuar al término de los trabajos, para lo cual se pueden simular las condiciones de lluvia y por consecuencia se pueden detectar y corregir con toda anticipación las filtraciones.
SIGUEN GOTERAS EN LA COMISIÓN DE BOX Y LUCHA LIBRE
La misma llovizna afectó el área de la H. Comisión de Box y Lucha Libre, la cual sigue padeciendo este problema, ello a pesar de que hace escasos meses, el techo del lugar, situado a espaldas del Auditorio Municipal, había sido impermeabilizado.
La humedad sigue generando daños al lugar, el cual luce en pésimas condiciones, al desprenderse gran parte del plafón, construido a base de tablaroca, el que además de ofrecer una pésima vista, sigue en riesgo de desprenderse y generar mayores daños al lugar y a quienes ahí laboran, sin dejar de lado los problemas de salud que pudieran generarse ante la acumulación de moho, que ya genera olores poco agradables.