'Hacen falta liderazgos con visión de ciudad'

Nuestro recorrido inicia en el Tecnológico de Monterrey, donde como un rockstar firmando autógrafos, libros y posando en las fotos, Enrique Norten, uno de los mitos de la arquitectura contemporánea de México, se da tiempo para saludar y atender sonriente a decenas de jóvenes que lo esperan después de la clase que imparte en ese plantel universitario.

A las 10:30 de la mañana antes de abordar la camioneta que nos llevará recorrer parte de la ciudad hasta el centro histórico, Enrique Norten se quita el saco y bromea sobre el calor, sin imaginarse que una hora más tarde a pleno rayo de sol y en el centro de Torreón, entendería por qué la cuidad parece fantasma y la gente no sale a caminar.

El primer diagnóstico que lanza a quemarropa el arquitecto, que ha encabezado proyectos internacionales catalogados como obras icónicas contemporáneas, es la falta que le hace a los ciudadanos entender qué es ciudad, enfrentar el temor a lo que se llama densificar la ciudad, porque un espacio para que esté vivo tiene que funcionar las 24 horas.

Mientras rodeamos el Tecnológico de Monterrey, para tomar la calzada División del Norte rumbo al bulevar Revolución, Norten detiene su mirada en muy pocos lugares, observa y deduce enfático: "Esta es una cuidad a la que le hace falta sombra, tiene avenidas muy amplias, evidentemente no se han tomado factores como el clima en la planeación urbana".

Con un gran sentido del humor, el ganador del prestigioso premio "Mies van der Rohe", explica la importancia de reinventar la ciudad, desde lo que ya existe, no sólo porque hay que representar en los espacios desde la cultura, la historia y las tradiciones de la ciudad, sino porque hay que comprender lo que existe y cuidar lo que vale la pena.

"Yo creo que la responsabilidad de las ciudades es del líder de cada una de las ciudades, eso en un mundo ideal, desafortunadamente tenemos líderes, que en este caso serían presidentes municipales, 'no estoy hablando de nadie' ¿eh?... Aguas, (ja ja ja) no me refiero al Presidente Municipal de Torreón que ni sé cómo se llama ni lo conozco ni me interesa, hablo en general, no tienen esa capacidad ni esas visiones, tiene que haber esa visión de ciudad, nacer de su líder".

Mientras recorremos el bulevar Revolución, Norten observa y recuerda que la responsabilidad de la ciudad también es de los habitantes, porque para empezar son los que eligen, los medios que deben hacer ciudad, los empresarios, todos. El pretexto del calor no debe ser una excusa, hay países donde hay mucho más calor y la gente habita sus ciudades.

"El pretexto del calor no es definitivo, hay muchas maneras de hacer ciudad; es cierto aquí faltan sombras, no ves a nadie, miras las palmeritas, las calles excesivamente anchas, evidentemente hay un problema de diseño de la ciudad, pero no se ve que nadie esté haciendo algo por resolverlo, yo creo que alguien tendrá que entrarle a esto".

Llegamos a la calzada Colon para buscar la avenida Matamoros y sorprendido, Norten, uno de los renovadores del discurso arquitectónico mexicano, se pregunta cómo casi a la mitad de la semana, cerca de las 11:00 de la mañana, el centro está vacío, cuando debería haber cientos de personas de una zona metropolitana cercana al millón 200 mil habitantes, visitando la mejor en infraestructura.

Le gente disfruta de los espacios abiertos, desde un café hasta una tienda, porque eso es una ciudad demócratica, donde por las mismas calles y en el mismo transporte público se encuentra el rico y el pobre, el gordo y el flaco, eso hace la ciudad, dice Enrique Norten quien con cara de preocupado señala: "Urge hacer algo por Torreón".

Norten ve el Teatro Isauro Martínez como un edificio interesante, observa la Galería de Arte Contemporáneo del TIM a detalle, pero el rostro se le transforma de manera drástica cuando voltea hacia la izquierda y ve la obra de la Gran Plaza y la Presidencia municipal de Torreón; nos pregunta serio a quienes lo acompañamos: ¿Para qué una Gran Plaza aquí? -Nos quedamos mudos hasta que él vuelve a reír.

Después de una ráfaga de interrogantes ante una obra que según el arquitecto mexicano, no invita precisamente a que los laguneros retomen su centro, nos enfilamos por la avenida Morelos hacia la Plaza de Armas, donde puso cara de tragedia ante decenas de locales desocupados, edificios abandonados y una ciudad que da la impresión de ser fantasma.

En la Plaza de Armas, Norten se preguntó cual sería el motivo para no construir la presidencia en el lote vacío que se encuentra en la Valdez Carrillo y Morelos, o por qué no dejarla en el atractivo edificio del Banco de México donde actualmente se encuentra.

"Ver estos puestos de aluminio y todos esos detalles, confirman la ausencia de un concepto de ciudad".

Las 12:30 del día y a pesar de apretada agenda, Norten nos acompaña y nos da una cátedra de identidad.

Arquitectura y diseño de México para el mundo

Enrique Norten es egresado de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana, es maestro en arquitectura por la Universidad de Cornell ubicada en Ithaca, New York. Recibió en 1998 el Primer Premio "Mies van der Rohe" de Latinoamérica.

En 1999 fue nombrado Miembro Honorario del American Institute of Architects. En 2000 recibió la Beca Nacional de Creadores de Arte. En 2003, la Medalla de Oro por parte del Society of American Registered Architects y en 2004 el Certificado al Mérito por el Municipal Art Society de Nueva York.

En noviembre de 2005 Enrique Norten recibió el Premio Mundial de las Artes "Leonardo da Vinci" por parte del Consejo Cultural Mundial. En 2006 TEN Arquitectos recibió una Mención de Honor por parte del American Institute of Architects.

Enrique Norten fue el encargado de diseñar una plaza-monumento para conmemorar el 150 aniversario de la Batalla del 5 de Mayo. La obra (a la izquierda) está ubicada en el Cerro de Loreto, al en el norte de la ciudad de Puebla. El arquitecto tendió una alfombra de madera con cimas, depresiones, areneros, un mirador que también funciona como galería de usos múltiples.

En Washington Norten construye, con certificación de alta sustentabilidad, una torre desfasada con 174 unidades residenciales de lujo, biblioteca, cafetería con terraza exterior. (A la derecha).