Durante el partido las jugadoras fueron advertidas sin mucho éxito por el árbitro, después las chinas fueron descalificadas por perder a propósito. (AP)
Quién hubiese pensado que el badminton iba a tener un papel preponderante en estos Juegos Olímpicos. Y ni siquiera por alguna maravillosa gesta atlética de sus competidores.
En una jornada en la que Gran Bretaña festejó el triunfo de Bradley Wiggins en ciclismo, China mantuvo su monopolio en los clavados y Venezuela conquistó su primer oro en 44 años, nada menos que el badminton acaparó la atención en los Juegos de Londres.
¿Badminton? ¿En serio?
Pues resulta que ocho participantes de ese deporte -aquel en el que se le pega a una plumilla con raquetas y que despierta pasiones en Asia- fueron expulsadas ayer miércoles de los Juegos por perder adrede para buscar cruces más favorables en los cuartos de final.
La federación de badminton sancionó a una pareja de China, las campeonas mundiales del deporte, a dos de Corea del Sur y otra de Indonesia.
Las jugadoras perdieron a propósito en sus partidos del martes por la noche, en muchas ocasiones sin tratar de ocultar sus intenciones, y fueron castigadas por conducta antideportiva al no "dar el máximo esfuerzo para ganar el partido".
"El deporte es competitivo", expresó Craig Reedie, vicepresidente del COI y exmandamás del badminton. "Si se pierde el elemento competitivo, entonces todo es una farsa".
"No puedes permitir que un jugador se burle del torneo de esa manera sin tomar alguna media firme".
La descalificación de la pareja china seguramente no afectará mucho a la delegación de ese país, que embolsó otros cuatro oros para llegar a 17 en cinco días de competencias.
Los equipos consideraron que la causa principal del problema fue la implementación de un formato de "todos contra todos", en vez de partidos de eliminación directa. En este formato nuevo en el badminton olímpico, una derrota puede derivar en un partido más fácil en la ronda siguiente.
El martes, las jugadoras chinas fueron acusadas de perder un encuentro en forma intencional. Luego, otras duplas se comportaron en una forma similar, al parecer en busca de tener duelos más fáciles en los cuartos de final. En un momento, pareció que todas las contrincantes hacían su mejor esfuerzo por perder el partido.
Las chinas Wang Xiaoli y Yu Yang, campeonas mundiales, y sus rivales surcoreanas Jung Kyun-eun y Kim Ha-Na recibieron un sonoro abucheo del público el martes, luego que se dedicaron a estrellar el gallito contra la red y a cometer "errores" increíbles, echando sus disparos fuera de la cancha.
El intercambio más largo en su primer game fue de sólo cuatro golpes. El juez se vio obligado a hacerles una advertencia, y el árbitro Torsten Berg habló con las cuatro jugadoras, sin mucho éxito. En un momento, Berg mostró una tarjeta negra, que suele marcar la descalificación de un jugador, pero el partido continuó.
A la postre, China perdió por 21-14, 21-11 y ambas duplas abandonaron la cancha increpadas por los espectadores.
Japón también juega a no ganar
La FIFA dijo que no sancionará a Japón pese a que jugó a no ganar un partido del torneo olímpico de futbol femenino.
Japón empató sin goles con Sudáfrica el martes en Cardiff, Gales, y luego del partido su técnico Norio Sasaki admitió que en el segundo tiempo, a la luz del resultado del otro duelo del grupo, le había dicho a sus jugadoras que no anotasen y protegiesen el 0-0 porque no querían viajar a Escocia para los cuartos de final.
