Foto: ROBERTO ITURRIAGA
Rióshi kwirabá, sinéame pagótuame → rarámuri" (Dios ayude, a todos los bautizados) son las primeras palabras que dan inicio a esta inusual eucaristía católica en la Iglesia del Perpetuo Socorro de Torreón.
El sacerdote no viste con una sotana regular y en lugar de eso tiene bordados tarahumaras en sus ropas, pañuelos en su frente y se hace acompañar de dos acólitos originarios de la sierra tarahumara.
"Estamos aquí para celebrar a Dios en toda su diversidad, para compartir un poco de lo que nosotros vivimos con los hermanos rarámuris en Chihuahua", dice el sacerdote ante la mirada curiosa de los fieles.
Es la una y media de la tarde y oficialmente arrancan las alabanzas en la lengua de los tarahumaras, los asistentes ya tienen una hoja en sus manos donde tratan de seguir con dificultad cada una de las frases que el padre dicta.
Han sido muy pocas ocasiones en las que una misa se realiza en rarámuri dentro de la Comarca, sin embargo, la situación de hambre y marginación que vive esta población en Chihuahua es motivo suficiente para que la Diócesis haga este tipo de llamado a sus fieles.
Los laguneros toman su hostia y se ponen de rodillas en sus lugares originales, sin embargo los pocos indígenas que comulgan permanecen de pie, sólo cierran sus ojos y bajan la cabeza ligeramente.
1
HORA
La ceremonia eucarística realizada en rarámuri tuvo una duración de más de una hora.
Poco común
Esta misa fue una de las pocas que se han realizado en este dialecto fuera de las zonas tarahumaras, se incluyen cantos y oraciones totalmente en lenguaje rarámuri.
