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Haití, la pesadilla no ha terminado

Todo sigue igual. Combo de fotos del campamento de la Catedral Nuestra Señora de Notre Dame en Puerto Príncipe (Haití), tomadas hoy, 11 de enero de 2012 (arriba) y el 16 de enero de 2010 (abajo).

Todo sigue igual. Combo de fotos del campamento de la Catedral Nuestra Señora de Notre Dame en Puerto Príncipe (Haití), tomadas hoy, 11 de enero de 2012 (arriba) y el 16 de enero de 2010 (abajo).

AP

Luego del terremoto que destruyó la capital haitiana llegaron al país miles de millones de dólares en ayuda. Dos años después, no obstante, se ha invertido poco más de la mitad de esa suma y todavía no se perciben los resultados de esa inversión, sobre todo en el campo de la vivienda.

Se habló de invertir 500 millones de dólares para construir 50 escuelas nuevas para niños pobres, 200 millones para darle a Puerto Príncipe su primer sistema para tratar aguas residuales, 224 millones para crear un parque industrial que daría trabajo a 65,000 personas en la industria textil.

Sin embargo, al cumplirse el segundo aniversario del temblor que mató a aproximadamente 300,000 personas, poco más de la mitad de los 4,600 millones de dólares prometidos han sido invertidos. Medio millón de personas siguen viviendo en campamentos atestados y apenas cuatro de los 10 proyectos más grandes costeados por los donantes internacionales están en marcha.

La promesa de reconstruir una Haití "mejor" que la vieja resultó difícil de cumplir. La empresa tropieza con los problemas de siempre: una inestabilidad política crónica, la ausencia de un gobierno central fuerte, una infraestructura inexistente en un país extremadamente pobre en el que, ya antes del terremoto, más de la mitad de la población no tenía trabajo y la mitad de los niños no iba a la escuela.

"Haití arrastraba problemas enormes desde antes del terremoto", expresó el miércoles el ex presidente estadounidense Bill Clinton, enviado especial de las Naciones Unidas a Haití. "En muchos casos no estamos tratando de reconstruir nada, sino tratando de hacer las cosas bien por primera vez".

El presidente Michel Martelly admitió que no se han satisfecho las expectativas y dijo en una entrevista con la BBC que ha habido progresos, pero "no los suficientes".

"Hay fuertes indicios de que las cosas están cambiando y nos estamos poniendo en marcha en Haití", acotó el mandatario, quien asumió en mayo y cuyas disputas con el parlamento contribuyeron a las demoras.

El gobierno previo de Rene Preval estuvo paralizado por el derrumbe de los edificios del gobierno durante el terremoto y no mostró demasiado liderazgo luego del desastre. La elección que llevó a Martelly al poder estuvo marcada por irregularidades y disturbios que paralizaron la capital. A Martelly, quien no tiene experiencia política, le tomó seis meses instalar un primer ministro porque los legisladores opositores rechazaron sus dos primeras selecciones.

Martelly se muestra ambicioso. Su primer ministro, Gary Conille, dijo el lunes al parlamento que el objetivo para este año es inscribir otro millón de niños en las escuelas, plantar árboles para combatir la tala ilegal, que ha deforestado grandes extensiones de terreno, y desarrollar el sector de la salud.

Afirmó que éste es un año de "grandes oportunidades", un "año de reconstrucción".

Los resultados de los esfuerzos para construir un nuevo país, sin embargo, no se ven y la gente se siente frustrada, incluidos los legisladores. Los residentes en los campamentos temporales han realizado manifestaciones de protesta ante la falta de viviendas y el desalojo de muchos de ellos, que han tenido que irse a otra parte. Nicolas Pierre, un campesino de 55 años de las brumosas montañas que rodean Puerto Príncipe, sigue esperando que el presidente cumpla su promesa de enviar transporte escolar gratis.

"Martelly no envió ningún autobús gratis", dijo Pierre. "Tenemos que llevar a los chicos por el barro".

Los diez proyectos más grandes aprobados por la Comisión Interina para la Recuperación de Haití son ambiciosos y complicados. Requieren inversiones de entre 70 y 500 millones de dólares, la participación de varias entidades y licitaciones. Tomará años antes de que sean completados.

"La reconstrucción no es lo mismo que el trabajo humanitario, que se hace rápido", declaró Diego Osorio, del Fondo para la Reconstrucción de Haití, que ayuda a financiar los proyectos aprobados por la Comisión. "Los proyectos requieren de planificación y no habrá resultados visibles de un día al otro".

La planificación, no obstante, no ha sido fácil. Se creó la Comisión de Recuperación copresidida por Clinton y cuya finalidad era garantizar a los donantes extranjeros el buen uso del dinero. Esa comisión ayudó a coordinar proyectos multimillonarios de forma relativamente transparente y eficiente.

Pero en octubre dejó de funcionar al negarse la legislatura a considerar un pedido de Martelly de que se renovase su mandato por otros 12 meses. Hasta ahora el proyecto más importante que se ha completado es una moderna universidad de 30 millones de dólares construida por los dominicanos y a ser inaugurada el jueves, día del décimo aniversario del terremoto, con la presencia del presidente dominicano Leonel Fernández. El campus tiene 72 aulas, laboratorios de ciencias y computadoras y una biblioteca para 10,000 estudiantes.

También se puso en marcha el parque industrial Caracol, con una inversión de 224 millones de dólares. Se espera que el proyecto genere 65 mil empleos.

El grueso de los proyectos, sin embargo, ha sido demorado por una serie de inconvenientes, que van desde la imposibilidad de conseguir financiación hasta disputas en torno a la propiedad de la tierra.

Urgen acciones contra el cólera

La Organización Panamericana de la Salud convocó el miércoles a la comunidad internacional y a los gobiernos de Haití y República Dominicana para erradicar completamente de la isla La Española el cólera, cuya epidemia se ha convertido en una de las más importantes de la historia moderna con siete mil defunciones en Haití.

"Cólera en La Española significa cólera en el resto del Caribe, porque hay movimiento diario de población y siempre hay riesgo para otros países miembros del Caricom que dependen del turismo", dijo la directora de la organización (OPS) Mirta Roses.

Se mostró inclinada a plantearse 2021 como meta de erradicación en la isla de la Española, conformada por Haití y República Dominicana, pero dijo que esperaba contar con un plan de acción detallado para junio, cuando la ONU celebre en Río de Janeiro Rio+20, su conferencia sobre desarrollo sostenible.

Roses dijo en conferencia de prensa que el segundo aniversario del terremoto que sacudió a Haití es una oportunidad propicia para lanzar este llamado para erradicar el cólera en la isla, tal como el resto del continente lo logró en una década tras la epidemia desatada en Perú en 1991 que dejó 10,000 defunciones y más de un millón de casos. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el gobierno haitiano calculan que la inversión necesaria en infraestructura para abastecimiento de agua y saneamiento en Haití oscila entre 746 y 1,100 millones de dólares, un 60% del cual debería provenir de fondos prometidos pero aún no desembolsados al fondo de reconstrucción de 11,000 millones de dólares, explicó la funcionaria.

Además de la recaudación de fondos, la estrategia para erradicación del cólera debe incluir establecer como prioridad el mejoramiento de la infraestructura para el abastecimiento de agua y saneamiento, crear un grupo de expertos internacionales, y la formulación de una estrategia integrada por parte de Puerto Príncipe y Santo Domingo. El presidente haitiano Michel Martelly expresó a través de un mensaje en video su disposición a adoptar un enfoque estratégico integral porque "así podremos lograr que de aquí a diez años la población haitiana se encuentre libre de cólera".

Kevin De Cock, director del centro para la salud mundial del Centro estadounidense para el Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), advirtió que "la solución a largo plazo para eliminar el cólera es la inversión en la infraestructura para el agua y su debido mantenimiento. Sin esas mejoras, el futuro probable en Haití y República Dominicana es cólera endémica durante las próximas décadas".

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