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¿Hasta dónde?

No hagas cosas buenas…

ENRIQUE IRAZOQUI

La verdad es que lo menos que se podía sentir era pesadumbre. Semanas pasan ya desde que la violencia ha escalado en lo más alto en la historia moderna de Torreón. Se ha llegado al punto en que la morgue local ha quedado rebasada en capacidad de almacenamiento de cadáveres y restos humanos encontrados en diversos puntos de la Comarca Lagunera.

Más aun, el miércoles pasado El Siglo informaba que el robo violento sigue creciendo sostenidamente desde el año pasado, registrando una tasa de 16% en el primer semestre del año en curso comparado con el mismo periodo de tiempo del año pasado, según los reportes de la Policía de Torreón.

Los robos a mano armada de vehículos, negocios, casa habitación y de persona se han incrementado; no así los robos no violentos, que siguen en descenso desde que inició el 2011. Los asaltos a mano armada en Torreón en lo que fueron los primeros seis meses del presente año alcanzaron la cifra de 1,312, que equivalen a 183 delitos más que los que se reportaron en ese mismo intervalo del 2011, donde se cometieron 1,130 hechos delictivos de esta naturaleza. El segundo semestre del año pasado la cifra también reportó ascenso, terminando en 1237 hechos.

La Laguna de Durango reporta una tendencia distinta, los tres últimos semestres el números de robos con violencia ha descendido de 859, cometidos entre enero y junio de 2011; a 572 el segundo semestre del año pasado, y la primera mitad del año en curso se tiene un reporte de 546 delitos de este tipo. Sin embargo, en Gómez Palacio y Lerdo el robo no violento creció de 1195 hace 3 semestres, a 1454 en el último; esta cifra es semejante a la de Torreón en este rubro, que reportó 1473, apenas 27 más que los vecinos duranguenses.

Con este escenario, qué se puede esperar: parece que nada, estamos ya desde hace muchos años, pero ahora más que nunca, en la total indefensión. Torreón tiene en el de robo de vehículos el delito más frecuente. Las policías municipales, estatales, federales; los marinos y los soldados; nadie ha podido siquiera contener a los robos de vehículos. Se tiene un crecimiento nada más en este sector de un 50 por ciento desde que arrancó el año.

Son ya 1,413 los autos que han sido robados, mediante asalto o sin violencia, que representa la mitad de todos los delitos de carácter patrimonial, que incluyen el robo a negocio, vivienda y a transeúntes.

Con diez unidades automotrices robadas en promedio diarias en Torreón, 4 de ellas en la modalidad de asalto. En cambio, La Laguna de Durango reporta un descenso en este mismo renglón de un 34% según las cifras de la Vicefiscalía del Estado de Durango.

Hay que resaltar que éstas son las cifras públicas, habrá que calcular todos aquellos delitos que no se denuncian para tener una visión más aproximada del caos en el que se encuentra inmerso fundamentalmente la ciudad de Torreón.

Todavía hay noticias peores. También los secuestros han vuelto con fuerza y en esta misma semana se ha conocido a sotto voce de sucesos de esta índole perpetuados a personas públicamente íntegras de la sociedad lagunera, lo que hace de nueva cuenta temblar a cientos. Sin embargo las autoridades no hacen nada. Bueno sí hacen, cobran sus sueldos y gozan de las mieles de detentar el poder, pero sencillamente evaden sus responsabilidades legales.

¿Hasta cuándo se podrá soportar esta situación? Quizá Rubén Moreira podrá culpar a Salvador Hernández Vélez del descalabro que tuvo el primero de julio aquí en Torreón, ya que lo corrió de la presidencia del PRI estatal de manera fulminante. Pero tal vez debería voltear a ver al alcalde Olmos, que tiene hecho trizas al municipio.

A nivel de rumor, suena que Eduardo Olmos dejará de ser alcalde el próximo octubre, y que le darán entrada a un empresario para que termine la administración. Esto es politiquería, lo que no es politiquería es que Torreón está totalmente a merced del hampa, y con claridad, a merced del hampa que comete delitos del fuero común, lo que el gobernador Moreira y el presidente Olmos tienen que perseguir y prevenir en el primer caso, y sólo prevenir para el munícipe. No tiene caso hablar de lo federal, que estará peor, pero como ya ganó Peña, a ver a quién le van a echar la culpa ahora a quienes nos tienen que cuidar.

eirazoqui@elsiglodetorreon.com.mx

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