Safisfacción. Francisco Javier Martínez Basurto es bombero y su mayor satisfacción es salvar la vida de las personas en riesgo.
Antes de salir de casa, siempre le pide a Dios regresar con bien. Francisco Martínez Basurto, conocido como Pancho, es bombero desde hace tres años y su único objetivo es salvar la vida de las personas cuando se encuentran en riesgo.
Francisco tiene 21 años y desde niño soñó con convertirse en bombero. La satisfacción que recibe a cambio de arriesgar su vida es escuchar a las personas decirle "gracias" cuando se encuentran a salvo.
Desde rescatar un gato, acudir a choques, atender fugas de gas, amoniaco y químicos, hasta sofocar un incendio, son algunas de las actividades que día a día realiza Francisco en el Cuerpo de Bomberos.
"Siempre nos preparamos. Por ejemplo, hacemos una hora diaria de ejercicio y además tenemos academias, talleres, pláticas, cursos y hacemos una evaluación sobre nuestra actuación en un desastre para aceptar nuestros errores y evitarlos".
Francisco pertenece a una familia de bomberos. Su padre, del mismo nombre, estuvo 12 años en el cuerpo, y su hermano, Luis Eduardo, ya tiene cinco años en la misma profesión.
"Me pasó lo que a cualquier niño que sueña con ser policía o bombero, sólo que yo me convertí en uno de ellos. La verdad no me arrepiento de haber elegido esta profesión porque así como hay cosas desagradables también hay muchas satisfacciones".
Salvar la vida de una persona es la principal satisfacción de un bombero, "mi primer servicio me hizo dudar si había hecho bien en escoger esta carrera porque me tocó ver a un señor que murió prensado, fue algo muy fuerte para mí".
Lo más triste es ver morir gente en un incendio, sobre todo si se trata de niños porque generalmente es consecuencia de imprudencias de los padres de familia al dejarlos solos y encerrados en la casa, comenta.
Para ser bombero hay que tener vocación y la disposición de prepararse día a día, "trabajamos 24 horas y descansamos otras 24 horas pero cuando hay siniestros o contingencias graves nos quedamos a apoyar"
Un error de un bombero le puede costar la vida a las personas, de ahí la importancia de estar en capacitación. "Mucha gente piensa que no hacemos nada pero nuestras puertas están abiertas para que vean cómo trabajamos".
En las situaciones de riesgo no hay tiempo para tener miedo porque un segundo puede ser la diferencia entre la vida y la muerte de una persona, "tenemos que concentrarnos en nuestro objetivo, dejar a un lado nuestros temores para solucionar todo lo más rápido posible".
Griselda, la madre de Francisco, siempre le da la bendición antes de salir de casa, "nunca sabemos si vamos a regresar con vida".
SALDO BLANCO
Este 22 de agosto se celebra en México el Día del Bombero, y en Torreón se oficiará una misa de gracias en la iglesia del Perpetuo Socorro y después tendrán un desayuno con sus familias.
Salvador Zamora, comandante, explica que el Cuerpo de Bomberos de Torreón tiene 87 años de servicio y lo conforman 98 integrantes, quienes perciben seis mil 200 pesos por mes.
Salvador Zamora tiene 29 años en el Cuerpo de Bomberos y desde hace dos es comandante. "Gracias a Dios en este tiempo no se ha registrado la muerte de ningún elemento en cumplimiento de su deber, claro que han sufrido accidentes pero nada que ponga en peligro su vida o su salud".
El comandante dice que este saldo blanco en el Cuerpo de Bomberos de Torreón, es gracias a la capacitación constante que reciben los integrantes, "y esperamos seguir así muchos años más".
