Autoridades de los tres niveles de gobierno ofrecieron una ceremonia póstuma en el monumento a Los Petroleros a quienes perdieron la vida. (Agencias)
Para honrar la memoria de las 30 víctimas de la explosión de Petróleos Mexicanos, autoridades de los tres niveles de gobierno ofrecieron una ceremonia póstuma, en el monumento a Los Petroleros de Reynosa.
Las autoridades depositaron una ofrenda y montaron guardia en memoria de los trabajadores de Petróleos Mexicanos y de las empresas contratistas al servicio de Pemex que fallecieron el pasado 18 de septiembre en los acontecimientos de la planta criogénica de la paraestatal.
Aunque el líder nacional del sindicato de trabajadores petroleros, Carlos Romero Deschaps, pidió este día no magnificar el accidente en la paraestatal, hoy con este homenaje póstumo Reynosa muestra a los visitantes que Pemex y esta ciudad están de luto.
El Monumento de Los Petroleros está ubicado en la intersección del libramiento Matamoros-Monterrey, y hoy luce triste y con sus ofrendas florales.
En la ofrenda y guardia estuvieron el alcalde Everardo Villarreal Salinas; Manuel Rodríguez Morales, secretario de Obras Públicas, y representante del gobernador Egidio Torre Cantú; funcionarios de Pemex, del Cabildo, funcionarios estatales, municipales que estuvieron en el monumento a Los Petroleros, frente a la laguna La Escondida.
Dos horas más tarde Pemex continuó con los homenajes póstumos, y en la Refinería ubicada en el primer cuadro de la ciudad realizó una ceremonia en honor a uno de los bomberos caídos en el siniestró, identificado como Nelson Gómez Bermúdez.
Fue en la planta de contra-incendios de Petróleos Mexicanos (Pemex) donde los directivos de la paraestatal, familiares, sus amigos rindieron el homenaje a su compañero caído en el cumplimiento de su deber en la fatídica explosión del pasado martes en la planta Cuenca de Burgos.
Con un fuerte aplauso y con lágrimas en sus ojos, se rindió tributo al malogrado bombero de nombre Nelson Gómez Bermúdez, quien contaba con 44 años y cuyas cenizas llevaba su hija en una urna, la cual colocó en una pequeña mesa que a su lado tenía una corona con la leyenda "Esposa e Hijos".
El homenaje inició con una caminata desde Funerales Valle de la Paz hasta las citadas instalaciones de la paraestatal, y se realizó bajo un fuerte dispositivo de seguridad.