Huaraz: el edén del trekking
Los amantes del deporte y de la Naturaleza tienen en el trekking una excelente opción para poner a prueba su condición física en escenarios únicos, y a la vez deleitarse con extraordinarios paisajes como lo es Huaraz en Perú, un verdadero paraíso del senderismo.
Con apenas 131 mil habitantes, el poblado de Huaraz es conocido como “la Suiza peruana”. Se sitúa a la entrada de la Cordillera Blanca de los Andes y su geografía atrae a cuantiosos visitantes deseosos de recorrer sus circuitos de trekking.
Aquí los más intrépidos tienen numerosas opciones para ascender a montañas de los más diversos niveles, pues la Cordillera Blanca es la cadena montañosa tropical más alta del orbe. Se extiende a lo largo de 180 kilómetros en dirección norte-sur y divide las vertientes occidental y oriental de los Andes. Prácticamente la totalidad de su territorio se encuentra protegido por el Parque Nacional del Huascarán, espléndido sitio dotado de cumbres nevadas, 663 glaciares, 269 lagos color esmeralda y 41 ríos, además de 33 sitios arqueológicos. Sin duda, estamos frente al edén del trekking.
I LOVE TREKKING
El trekking o senderismo es una actividad deportiva que consiste en recorrer a pie espacios al aire libre, a través de rutas naturales, generalmente montañosas, remotas y de difícil acceso.
El término trekking viene de trek, palabra de la lengua afrikáans (hablada en Sudáfrica) que se usa para describir un viaje largo y complicado. Fue en los años ochenta cuando los alpinistas que viajaban a los Himalayas y los Andes comenzaron a emplear este vocablo para referirse a las prolongadas caminatas de aproximación a las bases de las montañas que planeaban ascender.
El trekking prácticamente carece de restricciones de edad. Los niños pueden iniciarse en la disciplina desde los ocho o nueve años, momento en el que ya poseen la condición y la fuerza necesarias para recorrer largas distancias. También los adultos mayores pueden sumarse al senderismo. Si bien en ambos casos se sugieren excursiones cortas y con trayectos poco inclinados.
El equipo que se requiere para aventurarse al trekking varía según el sitio al que se acude: su clima, altura, tipo de terreno, la distancia a cubrir y los días que durará el itinerario. Sin embargo existen algunos elementos indispensables, por ejemplo un par de botas de montaña con suela antiderrapante y bastones de senderismo (trekking poles), los cuales ayudan a mantener el ritmo y a distribuir el peso al avanzar. En cuanto a la vestimenta, debe ser apropiada de acuerdo a la temperatura y la hora en que se hará la caminata, si bien es ideal vestir pantalones y camisa de manga larga, a fin de protegerse del sol, los arbustos e insectos. En sitios de clima húmedo y lluvioso es elemental llevar asimismo un rompevientos.
Otros accesorios básicos son: mochila, cantimplora, navaja, linterna, pañuelo, gorra, guantes y lentes de sol, además de un silbato, bloqueador solar, un snack (se aconseja llevar dulces, geles de glucosa, o power bars, para tener un extra punch) y también un pequeño botiquín que incluya aspirinas y/o pastillas para el mal de altura. La idea es, entonces, ir bien preparado, pero lo suficientemente cómodo y ligero, sin cargar sobrepeso, pues sólo así se podrá disfrutar al máximo cada momento.
SENDERISMO ‘EN EL CIELO’
El trekking se asentó en Huaraz gracias a los alpinistas, la mayoría europeos, quienes llegaron a conquistar las nevadas cumbres de esta región. Se cree que los alemanes fueron los primeros en promoverlo a finales de los años setenta, cuando muchos de ellos se establecieron ahí de forma permanente.
Es así que Huaraz se ha convertido en ‘punto de peregrinaje’ para aquéllos que practican trekking y desean conocer el paradisiaco Parque Nacional de Huascarán, extraordinariamente conservado y resguardado por la gente de la región. Dicho sea de paso, otra característica que enriquece la experiencia es la posibilidad de convivir con los habitantes locales, muchos de ellos usan a diario sus coloridos atuendos tradicionales.
Las vistas son espectaculares y se tienen muy bien delimitados los senderos y las expediciones de diferentes niveles de dificultad y duración. La mejor fecha para practicar el trekking en Huaraz es el periodo comprendido entre mayo y septiembre, cuando no llueve.
DOS RUTAS INDISPENSABLES
Laguna Churup (recorrido de aclimatación)
Huaraz se encuentra a 3,100 metros sobre el nivel del mar (msnm); por ello, vale la pena hacer un primer trayecto para adaptarse a la zona. Entre las opciones sobresale el recorrido de la laguna Churup, que puede hacerse en un día (ida y vuelta), o bien quedándose a dormir una noche en el Parque Nacional de Huascarán.
La ruta empieza a los 3,800 msnm y llega hasta los 4,450. A paso medio, haciendo paradas, toma aproximadamente cuatro horas.
A los pocos minutos de empezar ya es posible visualizar las puntas del nevado de Churup. El camino pasa por ríos y cascadas. Una parte estrecha bordeada por una pared vertical enmarca el panorama justo antes de arribar a la zona de campismo, a orillas del lago.
El cielo es estrellado y aún más sin la luna presente. La temperatura desciende por la noche. Un té caliente ayuda a disfrutar el acontecimiento. Al amanecer, es imposible no admirar la neblina transportada por el viento, cubriendo momentáneamente la laguna. El regreso es por el mismo sendero, pero ya con la pendiente a favor. La vista es igual, los tintes distintos. La sensación, altamente gratificante.
Ishinca
Para ascender al nevado de Ishinca, lo primero es llegar al campo base. La excursión empieza a los 4,100 msnm y culmina en los 4,900 msnm; se cubren 18 kilómetros en aproximadamente cinco horas. El campo se sitúa en un valle dónde hay un refugio resguardado por personas que ofrecen servicios diversos; es aconsejable contratar a un arriero con un par de mulas, para que lleve el equipo más pesado (tiendas de campaña, comida).
Desde ahí se pueden hacer diferentes treks, pero el más visitado es el de Ishinca, con su cumbre a 5,530 msnm a donde es posible subir sin cuerdas ni equipo especial (más allá de lo ya mencionado). No todos los principiantes se atreven a intentarlo, aunque en esencia basta tener buena salud y condición para lograrlo. Lo más complicado es enfrentar la altura, pues al haber menos oxígeno se puede sentir un poco de fatiga y falta de aire. Pero la ruta vale la pena: cruza por acantilados, glaciares, ríos y lagunas de color verde jade. También se pasa junto a las enormes paredes del nevado Ranrapalca, una de las montañas más visitadas por alpinistas. Conforme se asciende, la vegetación va cambiando: primero hay matorrales, luego vienen otro tipo de plantas y finalmente musgos, justo antes de llegar a la nieve.
A los 5,200 msnm el paisaje se vuelve cada vez más brillante: ahí empieza el mayor reto porque todo está cubierto de nieve. Se recomienda usar crampones (dispositivos que se amarran a las botas) para mayor sujeción al caminar. Asimismo se aconseja usar polainas, que calientan tobillos y pantorrillas y además protegen esa zona de las navajas de los crampones.
Conforme la cumbre está cerca, se vuelve necesario hacer paradas con mayor continuidad, a fin de disminuir el ritmo cardiaco cada vez más acelerado. El clima en este punto es perfecto: delgadas nubes filtran el sol, evitando que su reflejo en la nieve lastime la vista. Unos metros más adelante se ha conquistado la meta. Una gran parte de la Cordillera Blanca se percibe desde las alturas. Vale la pena quedarse unos minutos y apreciarla a fondo antes de comenzar el descenso.
RESPIRAR EN HUARAZ
Otras rutas para trekking desde Huaraz son la Cordillera de Huayhash, con caminatas de cuatro a 12 días, y la montaña de Alpamayo (dos a cinco días), entre muchas otras más. Este es el paraíso para los amantes de la Naturaleza y actividades al aire libre.
Aventurarse a esta actividad desde los diferentes rincones de los Andes es una oportunidad capaz de transformar a cualquiera, siempre de manera positiva. Es por eso que quien va a Huaraz, siempre quiere regresar a descubrir nuevos caminos, a repetir la experiencia de hacer trekking en ese prodigioso lugar que difícilmente puede dejar de sorprender.
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