El ex futbolista argentino de los Tiburones Rojos del Veracruz, Jorge Comas, agredió a un periodista deportivo con una llave de cruz, por lo que fue detenido por elementos de la Policía Naval aunque fue liberado posteriormente por falta de cargos.
Ayer miércoles por la noche el ex delantero, que ahora trabaja como entrenador de las fuerzas básicas, llegó al restaurante del reportero, ubicado en Boca del Río, y tras retarlo a golpes lo agredió con la herramienta causándole una lesión debajo del ojo derecho, herida que no causó mayores daños.
Dado a que el astro no podía ser controlado por los presentes y a que estaba rompiendo los vidrios del negocio, se pidió el apoyo de los Infantes de Marina quienes lo arrestaron.
El agredido, de nombre Miguel Rocha, aseguró que mantenía una amistad con Comas y que mucha gente le advirtió del carácter explosivo del argentino. Sin embargo, mantuvo la cercanía al punto que lo ayudó dándole de comer todos los días en su restaurante porque el argentino pasaba por un mal momento financiero.
Rocha aseguró que hace días el ex futbolista le pidió prestados 100 pesos pero al negárselos lo amenazó y le advirtió que se las pagaría, algo que tomó a la ligera hasta este miércoles.
En una entrevista hecha a una radio local, Jorge Comas rechazó que fuera arrestado explicando que una vez que lo subieron a la patrulla los Marinos lo llevaron a su casa.
Admitió que el periodista le daba de comer todos los días en su restaurante pero tras eso éste empezó a emitir críticas en los espacios radiales donde trabaja, según él, acusándolo de “borracho” y “drogadicto”, fue por eso que acudió a golpearlo.
Comas es considerado el máximo ídolo en la historia de los Tiburones Rojos junto con Luis Pirata de la Fuente. Perteneció a la generación de los años 90 durante la efervescencia de la “tiburomanía”.
Tras su retiro el ex futbolista se ha visto envuelto en varios escándalos e incluso, otro reportero veracruzano interpuso una denuncia contra él en el 2010 debido a que le ponchó las llantas con una navaja tras no quererle dar para comprar más caguamas.
