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Impulsan a niños prodigio

La clave. Michel comenta que para poder seguir como torero debe entregar buenas calificaciones.

La clave. Michel comenta que para poder seguir como torero debe entregar buenas calificaciones.

EL UNIVERSAL

José Luis, Michel, Rodolfo y Leonardo han demostrado que la edad no es un impedimento para destacar por sus logros académicos, sociales o personales, sin embargo, cada uno de ellos busca cumplir sus sueños a través de esfuerzos.

 DEMUESTRA SU GRANDEZA SIN VER

Él no sabe de colores, sólo alcanza a distinguir "bultos", como él le llama. Tiene 12 años y sus manos, su olfato y oído son sus herramientas frente a la vida ante la falta del sentido de la visión. Se llama José Luis Piña Luévano, vive en el rancho Tepetatillo, en el municipio Asientos, uno de los que registran mayor índice de pobreza en Aguascalientes.

Cuando tenía cinco meses, sus padres notaron algo raro en él. "Nosotros nos dimos cuenta de que no veía, él tuvo un hermano gemelo que falleció, no aguantó; él pesó apenas 900 gramos y nació a los siete meses de embarazo. Pero cuando "Chuyito" empezó a crecer algo nos quedó muy claro: que tenía muchas ganas de aprender; era muy inquieto, buscaba libros, le preguntaba a sus hermanos, siempre andaba preguntando", cuenta Juana María Luévano, la madre.

Lo extraordinario de "Chuyito" no sólo reside en su capacidad de superar las barreras, sino en que a pesar de no poder ver, ha ganado reconocimientos como la Beca Bicentenario y ha sido triunfador en la Olimpiada del Conocimiento.

Pese a que comenzó a cursar su nivel preescolar hasta los siete años, por la reticencia de los maestros a recibirlo en sus salones, "Chuyito" entró a la escuela con una gran cantidad de conocimientos debido al apoyo de su familia, pero de una hermana en especial, Mayela, quien siempre lo ayudó.

Luego, en primer grado, tuvo una mala experiencia. "El maestro nunca me quiso tener, no me hacía caso, nunca se paraba a explicar; me decía que le daban ansias verme cómo movía los ojos, cuando le preguntaba qué escribir, me decía que escribiera lo que quisiera.

"Un día le pregunté: '¿bueno maestro, me tiene envidia o coraje? ¿Por qué no me trata igual que a todos?', no me dijo nada, se quedó callado", cuenta el menor en un tono desenfadado.

Recuerda que después le llegó la oportunidad de concursar por la Beca Bicentenario, auspiciada por un banco, y cuando la ganó no lo creía. "Competí y avancé, era en conocimientos. Cuando me dijeron que gané no me lo creí; yo nunca me había ganado nada". Luego, resultó ser de los mejores en la Olimpiada del Conocimiento.

Ágil en la computadora con sistema Braille, Chuyito dice que quiere estudiar mecatrónica. "Demostraré que los niños con cualquier discapacidad podemos lograr grandes cosas, incluso más que los que presumen tenerlo todo".

 HALLA SU FELICIDAD EN LA FIESTA TAURINA

Sin perder la picardía propia de un niño, pero con la madurez que le ha dado su presencia en los ruedos, misma que le generó una valentía para estar frente al toro, aun en medio de los riesgos que representa, Michel Lagravere Peniche, mejor conocido en la fiesta taurina como "Michelito", ha comprobado que el miedo es una sombra que acompaña al torero en cada pase, en cada plaza.

"Cuando estuve en la Plaza México fue impresionante. Cuando estás ahí, te tiembla todo, te dan ganas de salir huyendo, pero basta con dar el primer muletazo para que regrese la confianza", relata Michelito acerca de su última experiencia como torero, actividad que inició cuando apenas tenía seis años de edad.

Ahora de vacaciones en la playa, el novillero de 14 años (un niño joven, como algunos le dicen) aprovecha los días de descanso para disfrutar de la compañía de sus amigos, ya que es poco el tiempo libre que le queda entre las corridas de toros y sus estudios.

El joven torero ha causado polémica y controversia a nivel internacional, por aquello del derecho de los niños y los riesgos que implica torear a su corta edad.

"Michelito" explica que aprovecha al máximo los días libres y que enfoca su atención a estudiar Física, única materia que le queda pendiente en la secundaria donde cursa el segundo año.

Además de la adrenalina, asegura que cuando está frente a un novillo asume la responsabilidad de brindar un buen espectáculo. "Es una gran emoción; es lo que más me gusta hacer en la vida", sostiene.

Al principio de su carrera -dice- sus padres se opusieron a que se adentrara en esta temeraria profesión. Incluso su madre hasta hace poco tiempo no estaba convencida.

Ahora la situación ha cambiado. Ha dejado atrás su cuestionada afición infantil: "Soy feliz, ¿cómo no lo voy a ser si es lo que más gusta hacer? Ya se los he dicho", comenta el menor sin dudarlo.

Además de los toros, a Michel le gusta tocar la guitarra, jugar futbol y pescar. Respecto a la profesión que combinaría con la de torero, dice que aún no ha decidido, pero sabe que tiene que estudiar una carrera: "La prioridad son los estudios; si hay buenas calificaciones, hay toros, como me han dicho mis padres", comenta el niño.

"El Niño Torero" como se le conoció en sus inicios, paulatinamente se convierte en joven y su aspiración es seguir figurando en la fiesta brava.

 TRABAJA CON DOCTORES EN UN LIBRO

Enfundado en su uniforme verde militar semeja a un adolescente más, pero no lo es. Rodolfo Balderas López, de 15 años, es un joven de excelencia, cuenta con un serial de dibujos mitológicos, ocho proyectos de investigación y en conjunto con doctores de la Universidad del Estado desarrolla un libro.

En 2011 participó en la Expo Ciencia Nacional, con el tema Ingeniería Extrema, investigación que trata sobre la arquitectura visionaria de construcciones colosales para aligerar la sobrepoblación, proyecto con el que obtuvo el tercer lugar.

Estudia tercer año en la Secundaria General número 1 de Pachuca y con soltura presume que comenzó a destacar desde bebé, "dice mi mamá que a los dos años me contaban un cuento, el cual yo aprendía de inmediato".

Asegura que tuvo una niñez normal, en la que no faltaron los juegos y las caricaturas.

Su primer acercamiento con la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo lo obtuvo con las llamadas sesiones de enriquecimiento, posteriormente fue invitado a trabajar en la realización del libro "La primera vez que vi televisión", donde además de ser asistente de investigación, también es ilustrador.

"Rodolfo es un adolescente de excelencia", comenta su maestra Norma Zúñiga.

También sueña y entre sus anhelos está ser ingeniero civil y actor de doblaje.

 USA ORATORIA PARA LLEVAR ESPERANZA

Tiene sólo ocho años de edad y ya comienza a trascender fronteras por su don de la palabra.

Mediante la oratoria ha llevado mensajes de esperanza a sus paisanos que se han ido de Zacatecas en busca del sueño americano. También ha hecho llamados a los diputados para manifestar su repudio por la violencia y se ha convertido en promotor de los derechos ambientales.

Leonardo Gael Saldaña Hernández cursa el tercer año de primaria en el municipio de Guadalupe. Dice que de grande le gustaría ser un político, "pero de los buenos, no de los que no hacen nada por ayudar a la gente".

Víctima de bullying en el primer grado, se mudó a otro plantel. Ahí, una maestra descubrió en él ese don de la palabra y lo alentó a participar en un curso de oratoria infantil de líderes ambientales. Obtuvo el segundo lugar.

Su voz le permitió que el alcalde de Guadalupe lo convirtiera en orador del municipio, que recibe a las personalidades que visitan este territorio. Su palabra ya le permitió cruzar la frontera: estuvo en Woodstook, condado de Chicago, invitado a un intercambio interescolar, luego de una visita de líderes y reinas migrantes radicados en EU.

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