Ceremonia. Se colocó una fotografía del rostro del actor, decenas de coronas fúnebres y arreglos florales, veladoras y al centro las cenizas de Cobos.
Palabras que generaron sonrisas, llanto y el choque frontal de emociones, se escucharon en el Teatro El Granero durante el homenaje que el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) rindió el día de ayer al actor Carlos Cobos, fallecido el 13 de junio.
Amigos, compañeros histriones y familiares exaltaron su lado humano. La titular de la Subdirección General de Educación e Investigación Artísticas del INBA, Maricela Jacobo Heredia, dijo que la institución se siente profundamente orgullosa por haber contribuido a la formación de ese actor tan destacado, y reconoció su trayectoria "que lo llevó a trabajar con éxito en el teatro y el cine".
Recordó que su trato sencillo y su habla coloquial y chispeante, no sólo hablaban de su extraordinaria simpatía e inteligencia, sino que revelaban un alma excepcional. "Tal vez lo más significado que sea reconocido, respetado y admirado con justicia por sus compañeros, es su bondad y calidad humana única".
Subrayó, visiblemente emocionada, que Carlos Cobos ha dejado su huella en los escenarios y fuera de ellos. "Ha sido ejemplo y ha sembrado una semilla que fructificará en todos quienes lo conocieron, a quienes mostró que para ser un buen artista primero se debe ser un buen ser humano, y Carlos lo era sobradamente".
En el Teatro El Galeón del Centro Cultural del Bosque, totalmente lleno por quienes lo quisieron, se colocó una fotografía del rostro del actor homenajeado y, bajo el retrato, decenas de coronas fúnebres y arreglos florales que comprimieron la atmósfera del recinto en un jardín de muchos recuerdos, cariños y evocaciones.
Evocaciones como las de Myrna Cobos, hermana del histrión, quien recordó que de niños, ellos jugaban a ser "Los cuatro fantásticos". "Como no nos dejaban salir a la calle para jugar, él inventó que éramos esos personajes de la televisión y, con ello, Carlos nos enseñó a no rendirnos, a luchar y a alcanzar nuestras metas".
Sandra Cobos, también hermana del actor, consideró que "la mejor actuación de mi hermano fue su propia vida. Eso es algo que siempre voy a agradecer mucho, porque Carlos existió, existe y siempre existirá en nuestros corazones". Al mismo tiempo, agradeció tantas muestras de cariño por parte de la comunidad del INBA.
Luego vinieron las palabras siempre dulces y apacibles, bondadosas y afectivas, de sobrinos, amigos, compañeros de trabajo y personalidades del arte escénico nacional, como la actriz Diana Bracho y otros más, quienes recordaron, sobre todo, la mano generosa de Cobos, amante del buen comer y dado a la misericordia.
Hubo muestras de agradecimiento por los consejos recibidos, por las enseñanzas dadas dentro y fuera del escenario y, sobre todo, por haber sido una fuente de diversión, risas y ternura para la familia y amigos.
