La investigación iniciada por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), por la detención de 226 jóvenes, el domingo pasado, va en dos vertientes: conocer si el operativo y detenciones fueron proporcionales a los delitos y si no hubo retención ilegal.
Esto último, explicó Mario Patrón, primer visitador del organismo, debido a que la Policía tardó cinco horas en hacer las puestas a disposición, lo cual podría ser por la falta de infraestructura de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) para atender casos de detenciones masivas.
De quedar demostrado que la autoridad excedió las 48 horas en que una persona puede estar detenida antes de ser consignada, entonces se trataría de una retención ilegal.
La investigación busca conocer si las detenciones no fueron también arbitrarias, y sólo con base en la vestimenta de los menores de edad, pues varios refirieron que fueron detenidos en otros lugares distintos a los de los desmanes.
En este caso, dijo que las evidencias indican que la PGJDF actúo con respeto al debido proceso, aunque estuvo rebasada en sus instalaciones, por lo que los detenidos tuvieron que estar en pasillos, y sólo los adultos, remitidos a galeras.