El Gobierno libanés decidió hoy indemnizar con 30 millones de libras libanesas (unos 20 mil dólares) a cada familia de las víctimas del edificio que se derrumbó ayer en Beirut y causó, según los últimos recuentos, al menos 25 muertos.
En una reunión en el Palacio Presidencial, el gabinete acordó también formar una comisión, bajo la égida del primer ministro Nayib Mikati, para investigar lo sucedido, informaron medios de comunicación locales.
El bloque de seis plantas y diez apartamentos, que en el momento del accidente se cree que albergaba a al menos 35 personas, se desplomó sobre sus ocupantes, libaneses, sudaneses, egipcios y filipinos.
Entre las víctimas mortales hay ciudadanos de todas esas nacionalidades y no se descarta que queden más personas bajo los escombros, por lo que está previsto que las labores de búsqueda continúen mañana.
El responsable de la Cruz Roja libanesa George Kettani explicó con anterioridad a Efe que la búsqueda se lleva a cabo en cooperación con la Defensa Civil y otras organizaciones, especialmente el ejército y la policía, y apuntó a que proseguirá un día más.
Tras el derrumbe, el propietario del edificio fue detenido y está siendo interrogado, según anunció el ministro del Interior, Maruan Charbel.
Mientras, el presidente de la Municipalidad de Beirut, Bilal Hamad, instó a los libaneses a alertar a las autoridades competentes en caso de que crean que sus viviendas corren riesgo similar.
Se desconocen las causas exactas de la tragedia, aunque se atribuyen a las lluvias y a la construcción de otro edificio junto al derrumbado, que databa de la década de 1950.
Aunque los desmoronamientos no son frecuentes en el Líbano, hay numerosos edificios que se encuentran en estado lamentable.