Los indígenas se instalaron en la plaza 'porque no tenían otro lugar en donde protestar'. AP
Una mujer de la etnia Ava Guaraní se encadenó el jueves a un árbol para resistirse al desalojo de la plaza Uruguay en el centro de Asunción, ocupada desde hace meses por un grupo de indígenas que reclaman ayuda al gobierno.
Librada Martínez intentó resistir el desalojo judicial pateando y arañando a las mujeres policías que finalmente lograron subirla a un patrullero. Durante el forcejeo con las agentes perdió su ropa y calzados.
Otros tres jóvenes aborígenes se ataron con una cuerda a otro árbol mostrando carteles con la inscripción: "No al desalojo".
Unos cuarenta hombres, mujeres, ancianos y niños Ava Guaraní llevaban tres meses viviendo en precarias condiciones de higiene y alimentación en el espacio público. "Estamos reclamando la entrega de unas ocho mil hectáreas de tierra en el departamento de San Pedro (a unos 220 kilómetros al norte de Asunción), en el distrito Unión, pero el gobierno no quiere comprarlas porque no le importa la vida de los pobres", dijo a periodistas Panta Piris del Monte, líder de la etnia, antes de ser apresado por la policía.
Agregó que se instalaron en la plaza "porque no tenemos otro lugar en donde protestar".
El comisario Pablino Vera explicó que los nativos "fueron llevados al campo de la primera división de infantería en donde se les dará comida, agua y medicinas. Hay una mujer con embarazo muy avanzado que no quería dejar la plaza".
Oscar Ayala, director de la oficina estatal que atiende a los indígenas indicó que "el predio que solicitan dos años atrás tenía un precio accesible (250 mil dólares) pero actualmente subió de manera extraordinaria (a un millón y medio de dólares), entonces es imposible de comprarlo. Estamos analizando por qué existe ese sobreprecio".
El alcalde municipal de Asunción, Arnaldo Samaniego, había obtenido una orden judicial para el desalojo pacífico de la plaza que lleva el nombre de Uruguay como homenaje a ese país que devolvió a comienzos del siglo pasado objetos diversos que sus militares habían tomado como botín de guerra tras el conflicto bélico de Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay de 1864 a 1870.
