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Ineficientes, las líneas de atención a mujeres víctimas

Alerta. Tabasco ocupa el undécimo lugar de casos de violencia contra la mujer reportados por la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares.

Alerta. Tabasco ocupa el undécimo lugar de casos de violencia contra la mujer reportados por la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares.

EL UNIVERSAL

Hace siete meses Alicia Romero fue asesinada. Su exesposo, Wilbert Ramos, confesó que la degolló, después de que ella le exigió el pago de la pensión alimenticia de sus hijos. Este caso, ocurrido en el municipio de Cárdenas, amplió el acervo de feminicidios y expedientes de violencia doméstica que cada año recaba el Comité de Derechos Humanos de Tabasco.

Tabasco ocupa el undécimo lugar de casos de violencia contra la mujer reportados por la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) y la línea telefónica de auxilio que debería estar operando para que las mujeres víctimas de violencia puedan solicitar ayuda está fuera de servicio. Si antes de morir Alicia hubiera marcado al 01 800 716 85 37 hubiera encontrado una grabación que dice: "Teléfono fuera de servicio. No hace falta que lo reporte".

Para auxilio de las mujeres en situación de violencia, el Gobierno mexicano elaboró en 2011 un directorio llamado Red Nacional de Atención Telefónica a Personas en Situación de Violencia (Renavtel), con los teléfonos de las dependencias u organizaciones encargadas de ayudar y orientar a las usuarias que quieren reportar un caso de violencia doméstica.

Este diario marcó a cada uno de esos números telefónicos para constatar su funcionalidad y se encontró que en dos estados las líneas de auxilio están fuera de servicio, en ocho no contestaron y en 20 estados de la república tienen horarios restringidos, de lunes a viernes hasta las cuatro o seis de la tarde, y, en el mejor de los casos, hasta las ocho de la noche.

Además, desde hace un año, y sin previo aviso, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) determinó dejar de operar la línea telefónica 01 800 911 25 11 "Vida sin Violencia" con el argumento de que dejó de ser eficaz. Esta línea recibió en promedio 15 mil llamadas cada año desde que se creó en 2003 y fue la ayuda que encontraban principalmente mujeres del Distrito Federal, Estado de México y Jalisco, los tres estados están a la cabeza de casos de violencia contra la mujer según la Endireh.

Pese a su desaparición, instituciones como la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) siguen recomendando a las víctimas que llamen a dicha línea para pedir ayuda.

Noemí Díaz Marroquín, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y quien elaboró un Modelo de Atención Telefónica, señala que una mujer tarda hasta 10 años en pedir ayuda y poner fin a su situación de violencia.

La especialista destaca que "la atención telefónica a mujeres que viven violencia por parte de su pareja es un recurso útil, en algunas ocasiones la única forma que la mujer tiene de acercarse a la institución que pueda ser su fuente de ayuda".

Investigadores del Centro de Información Geoprospectiva, al hacer un estudio sobre el funcionamiento de la línea Vida sin Violencia del Inmujeres, indicaron que "difícilmente se puede esperar que una llamada telefónica resuelva el problema de violencia", pero que "el atreverse a buscar ayuda, a romper el silencio a partir de hablar a la línea, abre posibilidades que pueden marcar un camino hacia una vida libre de violencia".

Además, el contar con líneas telefónicas de auxilio es un mandato de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw). El comité de las Naciones Unidas que se encarga de velar por que se cumpla este compromiso sugirió al Estado mexicano en 2002 que adoptara medidas para que las mujeres víctimas de violencia obtuvieran protección de inmediato, en particular mediante el establecimiento de teléfonos de atención de 24 horas, el aumento de refugios y campañas de tolerancia cero.

 VENTAJAS DEL ANONIMATO El 18 de agosto pasado, un hombre de Nayarit mató a su pareja y luego se suicidó. María de los Ángeles Morales, de 29 años y madre de tres hijos, fue asesinada por su esposo, Daniel González González. Al ingresar al domicilio en la colonia Hollywood de San Clemente, en Bahía de Banderas, la Policía encontró que después de cometer el homicidio el hombre se suicidó.

Las mujeres de Nayarit que sufren violencia y quieren pedir ayuda al teléfono 01 800 837 77 47 del Centro de Justicia Familiar, que debería funcionar las 24 horas los 365 días del año, se encuentran con que está fuera de servicio.

La investigadora Díaz Marroquín explica que las ventajas de una línea de auxilio que funcione adecuadamente es que se preserva el anonimato de la paciente, creando una mayor confianza en ella; es única en accesibilidad, pues la mayoría de las personas tiene un teléfono y la orientación está disponible en cualquier momento con un tiempo de espera mínimo. "Esta accesibilidad es determinante en mujeres que no pueden salir del hogar, que no cuentan con los recursos económicos para llegar al lugar de atención, para quienes viven en comunidades apartadas, para personas con discapacidad o enfermas y para aquellas que se encuentran en situación de crisis", añade la especialista de la UNAM.

A la extinta línea Vida sin Violencia llamaban mujeres que, por ejemplo, estaban encerradas en una habitación de su casa tratando de protegerse de su agresor que estaba golpeando a la puerta o amenazándolas a gritos, dice Victoriana Jiménez Jacinto, directora general de Transversalización de la Perspectiva de Género del Inmujeres.

En el estudio sobre el funcionamiento de la línea telefónica Vida sin Violencia, el Centro de Información Geoprospectiva señaló que 90% de las usuarias estaba conforme con este servicio; 95% lo recomendaba a familiares y amigos y 88% se sintió mejor después de hacer la llamada y hablar con el orientador.

Sin embargo, en el reporte se recalcó que esa línea tenía deficiencias en el tipo de atención brindada por los consejeros, pues no ofrecían información completa y especializada, no sugerían a las usuarias que denunciaran los casos en los que les negaban la atención en los centros a los que habían sido remitidas, no se les advertía de los casos en los que su vida estaba en peligro y el directorio de instituciones a las que eran canalizadas estaba desactualizado.

"Uno de los aspectos más importantes en la eficacia y calidad del trabajo de la línea lo constituye el directorio de las instancias encargadas de atender a las mujeres víctimas de violencia. Un directorio completo y actualizado es una herramienta fundamental en el apoyo a las mujeres que han decidido iniciar la ruta para una vida libre de violencia", resaltó. Sin embargo, en 2008, cuando se hizo el estudio, los investigadores encontraron que el 70% de los consejeros manifestó que el directorio no estaba actualizado y que el Inmujeres, a pesar de que tenía como función validar la actualización del mismo, asumió "un papel marginal".

La funcionaria del Inmujeres asegura que el uso de la línea decayó en 2011. De 35 mil llamadas que recibió en 2006, en 2011 hubo un decremento a sólo mil 881. Jiménez Jacinto atribuye esta reducción a que los gobiernos de los estados comenzaron a crear sus propias líneas de auxilio, por lo que se creó la Red Nacional de Atención Telefónica a Personas en Situación de Violencia a fin de acercar más el servicio a las mujeres, evitar la pérdida de tiempo en la canalización y el centralismo.

Indicó que aunque hay líneas que funcionan con horario de oficina la meta del "Programa para el fortalecimiento de la atención telefónica a mujeres en situación de violencia" es que en dos años todos los teléfonos funcionen las 24 horas del día, los 365 días del año, con orientación especializada y homologada y con atención inmediata en casos de emergencia mediante un enlace directo a las policías locales.

Para Adriana, mala experiencia

Adriana decidió pedir auxilio el día en que el hombre que le rentaba un cuarto la dejó encerrada con su hija. Temía su regreso porque cada vez que al señor se le ocurría la golpeaba, abusaba sexualmente de ella y la cuestionaba sobre lo que hacía, a dónde salía y con quién y de qué platicaba con las personas.

"Yo no podía gritar ni pedir ayuda a los vecinos porque al lado vivía su familia y les decía que yo gritaba porque estaba loca", dice Adriana.

El teléfono fijo no funcionaba porque él decidió suspender la línea, así que Adriana -la llamaremos de esa manera para proteger su identidad- recorrió la agenda de su celular y vio que había una lista de números gratuitos en donde podía pedir auxilio. En ninguno le contestaban. Pero marcó a Locatel "y yo me alegré porque me habían contestado".

La operadora, al escuchar la historia de violencia, pidió a Adriana la dirección y le dijo que esperara en su casa a que llegara la ayuda, prometió que daría aviso a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y le sugirió estar al pendiente y hacer ruido para que la autoridad supiera en qué habitación localizarla.

Pero nadie llegó y ella se quedó en la ventana hasta que llegó su agresor. "Me golpeó porque estaba yo en la ventana", recuerda.

Adriana se dice totalmente decepcionada de este servicio telefónico de asistencia. "porque hay muchas mujeres como yo y muchos hombres como él, que si perdemos el tiempo llamando y no nos ayudan podemos morir", asegura.

Finalmente, Adriana pudo escapar un día de esa casa donde rentaba un cuarto desde que llegó de Oaxaca para trabajar en la capital. Al pedir ayuda a conocidos, la acogió un refugio para mujeres en situación de violencia, sitio donde permanecerá de manera temporal mientras encuentra trabajo y hasta que se resuelva la denuncia que presentó en contra de su agresor.

Soraya Parrilla, directora de ese refugio, del que está a cargo la organización civil Espacio Mujeres para una Vida Libre de Violencia, considera que una llamada de auxilio es a veces la única salida que encuentran las mujeres, por lo que consideró que las líneas telefónicas deben funcionar y la atención que presten debe ser especializada.

Un caso ejemplar

El 9 de junio de 2010, a las 5 de la mañana, en la ciudad de Colima un hombre hizo una llamada al 066. Quiso denunciar que su vecina era golpeada por su esposo, le tapaba la boca para que no pidiera ayuda y era obligada a dormir en el patio. "Ninguno de los vecinos -dijo el hombre en un foro de orientación de la organización civil Por Ti- quiere intervenir porque se rumora que él (el esposo golpeador) tiene un puesto importante en el gobierno… pero en ese teléfono me dijeron que la policía no puede ir al domicilio si la mujer no pide ayuda desde adentro".

Teléfono descompuesto

En 2011 el Gobierno estableció la Red Nacional de Atención Telefónica a personas en Situación de Violencia, pero el servicio es deficiente.

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