Transición. Calderón y Enrique Peña Nieto.
El presidente Felipe Calderón y su sucesor, Enrique Peña Nieto, arrancaron ayer la transición en el Gobierno Federal y acordaron buscar que el proceso de cambio sea "ordenado y con transparencia".
Tras una reunión de una hora en Los Pinos, ambos dieron un mensaje conjunto en el que prometieron un cambio de gobierno fluido para no interrumpir el funcionamiento de la administración federal con el cambio de gobierno el 1 de diciembre.
Peña Nieto dijo que se tomarán medidas para "preservar la estabilidad" en el ámbito económico y social y la gobernabilidad.
El presidente electo añadió que buscará una administración con "mayor eficacia".
Calderón dijo que los principales temas tratados fueron el de la seguridad y la economía.El mandatario dijo que la transición debe ser "de la manera más tersa posible para que la ciudadanía no se vea afectada en los servicios públicos y administrativos.
Al igual que lo hizo en el mensaje de su último Informe de Gobierno, Calderón insistió en que la ciudadanía respalde al presidente electo "en lo esencial, más allá de cualquier ideología".
La reunión se dio un día después de que Peña Nieto anunció a su equipo de transición. A la reunión en Los Pinos lo acompañaron las cabezas de ese grupo, Luis Videgaray, que coordinará el cambio de gobierno, y Miguel Osorio Chong, que estará a cargo del diálogo político.
Con Calderón asistieron el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, y el jefe de la Oficina de la Presidencia, Gerardo Ruiz Mateos, que serán los enlaces con el presidente electo.
Por lo menos en el tema de seguridad hubo coincidencias. Antes del encuentro, Osorio Chong anunció que el próximo gobierno mantendrá al Ejército y la Marina en tareas de seguridad pública, aunque anunció que habría cambios en la estrategia de combate al crimen.
Por su parte, Peña Nieto reconoció que el país tiene una "plataforma sólida" en la economía y que la transición le dará acceso a "información detallada" sobre el gobierno para su propia agenda.
