La Reforma Electoral se resume en un documento de 27 hojas en el que se incluyen cambios que nada tienen que ver con este tema. En general, únicamente se realizan ajustes insípidos, que terminan por no ser lo que en realidad se necesita, advirtió Víctor Hugo Castañeda, titular del Comité Directivo Estatal de Acción Nacional.
Por ejemplo, se incluye la eliminación de los gastos para los recorridos de los diputados, con lo que los diputados dejarán de percibir una suma de 400 mil pesos al año por este concepto; punto que no tiene que ver del todo con lo electoral.
Entre tanto, ya entrados en materia electoral, la nueva reglamentación propone las candidaturas ciudadanas con miras a afianzarse en 2016, lo que por ahora solo es una bonita promesa.
A MEDIAS
Hay reducción en los tiempos de campaña, pero no se ponen topes a los gastos de las mismas.
También se presenta la renovación y modificación del Consejo Electoral, que pasa de siete a cinco integrantes, pero hay que ver que perfiles serán propuestos y respaldados.
Y es que si el Consejo se conforma por exdirigentes de grupos internos de los partidos políticos, como ya se ha hecho, dicho organismo pierde toda credibilidad de inmediato.
Hay una propuesta que parece sensata, la cual consiste en pasar el porcentaje mínimo del 2.0 a 2.5 para que los partidos puedan conservar el registro, después prerrogativas y asignación para diputados por el principio de representación proporcional.
Esto no está completo si no se procede también para eliminar la sub y sobrerepresentación de los partidos.
