Los indígenas colombianos mantenían hoy su decisión de desalojar al Ejército y a las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de sus territorios, ante los combates que sostienen desde hace una semana en el Cauca.
El líder aborigen Feliciano Valencia dijo que la orden de retirar a la Fuerza Pública persiste y que de continuar el Ejército en la zona, seguirán con la destrucción de las trincheras militares hasta desalojarlo.
Los indígenas advirtieron que con el ultimátum tanto al Ejército como a las FARC para que desmilitaricen el departamento sureño del Cauca, "no están revirtiendo el orden constitucional sino garantizando su vida".
Las tropas oficiales y rebeldes sostienen desde la semana pasada intensos combates en áreas rurales de Jambaló, Argelia y Toribío, los cuales han dejado más de 20 civiles heridos y 74 casas destruidas.
El ministro colombiano de Defensa, Juan Carlos Pinzón, advirtió el lunes que contrario a lo que piden los indígenas, las operaciones militares en esa región se intensificarán para desterrar a las FARC.
"Esta operación se va a profundizar y va a cumplir con sus objetivos en esa zona del país, y nos motiva a seguir de manera comprometida, siguiendo la línea de hacer una acción integral de hacer presencia", afirmó el funcionario.
Se estima que unos dos mil hombres de las Fuerzas Militares participan en la ofensiva contra las FARC, la mayor y más antigua guerrilla de Colombia, en el Cauca, para contrarrestar los ataques insurgentes en esa región.
Valencia rechazó que estén infiltrados por la insurgencia y recordó que los indígenas se oponen tanto a la presencia del Ejército como de la guerrilla en ese sector, por lo que exigieron el retiro de ambos de sus territorios.
Para las comunidades nativas, sus resguardos son "sagrados" y deben ser gobernados bajos sus leyes, por lo que insistieron en destruir las trincheras de los dos bandos, para presionar su salida lo antes posible.