Los indígenas colombianos, en rebelión por los combates que sostienen el Ejército y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el Cauca, insistieron hoy en la salida de los actores armados de la zona.
En la mesa de diálogo que los indígenas abrieron con el gobierno colombiano, el líder aborigen, Feliciano Valencia, dijo que esperan que se respete la posición de los nativos de impedir el uso de “sus sitios sagrados como trincheras”.
Delegados del presidente Juan Manuel Santos y de los indígenas acordaron reunirse el viernes próximo en la ciudad sureña de Popayán, capital del departamento del Cauca, para discutir el tema de los derechos humanos.
Aunque el ministro del Interior, Federico Renjifo, insistió la víspera en que las Fuerzas Militares no tengan ningún territorio vedado, las comunidades recalcaron su petición de desmilitarizar sus territorios.
La presencia de los actores armados en los poblados caucanos de Toribío, Jambaló y Caldono, llevó a los indígenas a declararse la semana pasada en resistencia civil para exigir su salida de la zona.
Como parte del movimiento, los nativos iniciaron la destrucción de trincheras y bases del Ejército en sus territorios, lo que derivó en una confrontación con la tropa, la cual dejó dos civiles muertos y 26 heridos.
En la mesa, los indígenas pedirán el viernes próximo que no se les estigmatice como simpatizantes de la guerrilla, se frenen las amenazas a las comunidades y se evite abrir procesos contra quienes apoyaron desalojar a los militares.
