Foto: RAMÓN SOTOMAYOR
José María Castillo Plasencia, párroco de San Judas Tadeo, acudió ayer a la Fiscalía General del Estado a interponer una denuncia por la irrupción sin una orden judicial de Policías federales, estatales y soldados.
También interpuso la denuncia en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Hechos
Como se informó, en busca de vendedores de droga, decenas de militares y federales ingresaron la noche del pasado jueves, justo a las 20:00 horas, a la parroquia de San Judas Tadeo de Torreón.
Los elementos ingresaron al templo -en donde también se encuentran las oficinas del Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi-, sin presentar ninguna orden judicial, sin identificarse ni solicitar permiso para ingresar.
Los elementos subieron a las azoteas, revisaron toda la oficina, el baño, la bodega, el clóset, la alacena, las cajas con ropa y hasta la papelería. Al no encontrar nada, se salieron.
También cuestionaron al encargado de la administración y al sacristán sobre la presencia de vendedores de droga o delincuentes en la Parroquia.
"Lo único que nos queda es presentar las denuncias y buscar una explicación de lo que sucedió en el templo. Un representante de la Sedena vino a hablar conmigo, y me dijo que todo fue un error, una equivocación".
El padre dijo que en el templo no hay venta de droga, "que quede claro que no estamos de acuerdo con lo sucedido porque en esta irrupción al templo hubo violación a los derechos humanos".
Denuncia
El sacerdote dijo que ayer mismo interpondría las denuncias ante la Fiscalía General del Estado y ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que haya una constancia.