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Durante el velorio de José Eduardo hubo un fuerte operativo de seguridad. Los elementos de la Marina supervisaban los autos que llevaban arreglos florales a la funeraria.
Una posible "venganza" de un grupo criminal por la muerte de cinco sicarios en Piedras Negras es la principal línea de investigación en torno al homicidio de José Eduardo Moreira Rodríguez, hijo del exgobernador Humberto Moreira, de acuerdo con fuentes policiacas.
La Procuraduría de Justicia de Coahuila abrió la averiguación previa A5-1009/012 por el homicidio de Moreira, mientras que la Procuraduría General de la República (PGR) también abrió su propio expediente, aunque hasta ahora no ha hecho una atracción oficial del caso.
Sin embargo, peritos e investigadores de la PGR arribaron a Coahuila para participar en las pesquisas.
El cuerpo de Moreira Rodríguez fue encontrado el miércoles por la noche en una carretera rural a unos 40 kilómetros de Acuña, donde vivía con su esposa e hijo.
El procurador del Estado, Homero Ramos Gloria, dijo que no se descarta ninguna línea de investigación, pero fuentes a nivel federal y estatal confirmaron que una de las hipótesis más fuertes se relaciona con una balacera el miércoles en Piedras Negras, cuando policías estatales se enfrentaron con un grupo de la delincuencia organizada.
Ramos Gloria explicó que la investigación se mantiene en reserva y no dio detalles sobre las circunstancias del homicidio. El exgobernador Moreira confirmó que su hijo recibió dos balazos en la cabeza. Durante el velorio, exigió "que se concrete la justicia".
"He aguantado calumnias, engaños, pero esto no se puede aguantar, mataron a mi hijo", añadió.
Despliegue de seguridad
En Saltillo, el gobernador Rubén Moreira se reunió con representantes de la PGR, el Ejército, la Marina y la Policía Federal, para definir acciones de seguridad en respuesta al homicidio.
Entre los asistentes estaban el General Luis Arturo Oliver, jefe del Estado Mayor de la Defensa, el Almirante José Santiago Valdés, jefe del Estado Mayor de la Marina, y el jefe de Seguridad Regional de la Policía Federal, Luis Cárdenas Palomino.
Tras el crimen, elementos del Ejército, la Marina, la Policía Federal y la Policía del Estado reforzaron la vigilancia en el norte del Estado.
El presidente Felipe Calderón envió sus condolencias a la familia Moreira y dijo que "no hay palabras para calificar la bajeza" del crimen.
Calderón ordenó a la procuradora Marisela Morales colaborar en la investigación y ofreció al gobernador Rubén Moreira apoyo del Gobierno Federal.