Invierte en tu salud
Pablo se levantó temprano esa mañana, se sentía muy animado, era enero y hacía planes para alcanzar todos sus propósitos del año nuevo, así que salió a correr para bajar esos kilos de más que ganó en la Navidad.
Al regresar a su casa recibió una noticia que cortó de tajo todas sus buenas intensiones, su esposa acababa de sufrir un grave accidente, una llanta se le reventó mientras se dirigía al trabajo y por el exceso de velocidad se impactó contra un auto, brincó el camellón, cayó en el lado contrario y recibió el golpe de una camioneta.
El pronóstico era alarmante, en el hospital no dejaron que la viera hasta después de varias horas, fue urgente operarla y además otras tres personas se encontraban también muy graves por el accidente.
Eran una pareja joven, los dos trabajaban para poder aspirar a una vida mejor, sin embargo, el dinero no alcanzaba, Pablo habló con sus padres y su suegro, necesitaban dinero para hacer frente a la tragedia, y aunque lo primero era la salud de su esposa, sentía en su espalda el peso de la responsabilidad.
¿Cuántos de nosotros hemos escuchado una historia parecida? en donde una enfermedad o accidente acaban con el patrimonio de las familias.
Habituados a recibir la atención en el Sistema de Salud o con un médico de confianza que normalmente atiende al niño, muchas familias no toman como prioridad contar con un Seguro de Gastos Médicos, ya que desafortunadamente en la mayoría de los casos no forma parte de la cultura financiera.
Elegir el seguro perfecto no es sencillo, es como hacer un traje a la medida ya que cada caso es diferente según las necesidades y capacidad de pago. Hay que tomar en cuenta que cada seguro tiene una cobertura, deducibles y coaseguros por lo que se debe revisar muy bien la póliza para contratar lo que te convenga.
De acuerdo a la información proporcionada por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Consusef), en los seguros de gastos médicos aplican dos conceptos importantes:
Período de espera: es el período de tiempo establecido en la póliza, a partir de la contratación del seguro, durante el cual la aseguradora no cubre los gastos por la atención o tratamiento médico de ciertas enfermedades o padecimientos.
Preexistencia: es la enfermedad o padecimiento que se inició antes de la contratación del Seguro de Gastos Médicos y que consecuentemente no está cubierto por el seguro.
También se debe tener en cuenta que las siguientes cláusulas estén en la póliza:
a) El importe de la suma asegurada por evento o reclamación. Revisa que ésta se reinstale (vuelva a ser por la misma cantidad) después de cada reclamación o periodo.
b) Que cubra cirugía estética, procedimientos odontológicos y oftalmológicos requeridos a causa de un accidente o enfermedad que sí esté cubierta.
c) Los deportes peligrosos (automovilismo, motociclismo, tauromaquia, paracaidismo) están excluidos de estas pólizas, pero si los practicas, pueden estar cubiertos cuando se paga una extraprima.
d) Que cuente con la cobertura de enfermedades graves como cáncer, VIH, entre otros.
Además se debe verificar que la empresa aseguradora con la que se tiene interés en trabajar, no esté boletinada ni tenga quejas ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y que además se encuentre registrada en las Asociaciones de Aseguradoras.
Una herramienta muy útil es el “El Calificador”, en la página www.condusef.gob.mx, el cual es un instrumento creado para indicar al público en general, la transparencia y calidad de la información que una institución financiera proporciona a sus clientes.
Por último, sigue estos consejos para contratar y mantener tu seguro:
*Compara los productos ofrecidos.
*Lleva siempre contigo la credencial de asegurado que te proporciona la aseguradora.
*Si te cambias de aseguradora, pídele que te reconozca la antigüedad para los padecimientos del periodo de espera.
*De ocurrir un siniestro, dale aviso a tu compañía lo más pronto posible.
*Procura pagar tu póliza de manera anual. El pagar de forma semestral, trimestral o mensual eleva su precio, por su costo de financiamiento.
*Cuando das falsas declaraciones, la aseguradora no está obligada a pagar por un siniestro y puede dar por terminada la póliza sin consecuencias o sin la obligación de devolverte las primas.
*Acude con un agente de seguros que cuente con cédula vigente expedida por la Comisión Nacional de *Seguros y Fianzas y como asesor pídele que te explique a detalle los gastos cubiertos, las limitaciones y las exclusiones, suma asegurada, deducible y coaseguro del producto.
*Una vez que lo has contratado debes renovarlo cada año para no perder la antigüedad de los periodos de espera.