Naciones Unidas. El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, hace el signo de la victoria antes de su intervención.
El presidente iraní Mahmud Ahmadinejad avizora un nuevo orden mundial desprovisto de "la hegemonía de la arrogancia".
En un discurso ayer miércoles ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Ahmadinejad -conocido por sus enérgicas denuncias de Estados Unidos e Israel- afirmó que la "continua amenaza de los sionistas incivilizados de apelar a una acción militar contra nuestra gran nación es un ejemplo claro de esta amarga realidad".
No se refirió al programa nuclear iraní. Estados Unidos, Israel y naciones occidentales sostienen que Teherán usa lo que califica como programa nuclear pacífico como fachada para construir una bomba atómica. Israel ha amenazado un ataque militar contra la instalación nuclear iraní. El presidente estadounidense Barack Obama insiste en que queda tiempo para solucionar la disputa mediante la diplomacia.
En tanto, el presidente de Egipto, Mohamed Mursi, pidió ayer a la ONU hacer de la causa palestina "su asunto prioritario" y enfrentar la "tragedia de una era" que vive Siria, aunque sin recurrir a la intervención militar propuesta por Catar.
En su primera intervención ante la Asamblea General de la ONU, Mursi solicitó, además, que Israel se una al Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear y celebrar antes que finalice este año una conferencia que avance hacia "un Oriente Medio libre de armas nucleares" y en la que participen "todos los países sin excepción".
Mursi, quien juró su cargo a finales de junio pasado, se presentó como "el primer presidente de Egipto elegido democrática y libremente", aunque apenas se refirió a la situación en el país en su extenso discurso, centrado en cuestiones internacionales.