El primer ministro italiano, Mario Monti, manifestó estar “muy sereno” por la situación de su país en el contexto internacional e insistió en que no necesita de un rescate financiero.
En una comparecencia ante la Cámara de diputados, Monti subrayó que los bancos italianos se encuentran en una situación de estabilidad y que la tasa de desempleo del país es más baja que en otras naciones europeas.
También dijo que la deuda privada italiana es menor que en los otros países y existe un ahorro privado mayor.
“Somos conscientes de los retos a los que nos enfrentamos, pero también del trabajo que en los últimos meses se ha hecho en estas aulas, en el gobierno y en el país”, afirmó.
Reconoció que “es difícil para el pueblo italiano aceptar los duros esfuerzos” que la crisis requiere, pero señaló que “hubieran sido más duros” y criticados si hubieran sido impuestos desde el exterior, como a Grecia.
El jefe de gobierno atribuyó el aumento de la prima de riesgo o diferencial entre los bonos del Estado italiano y los alemanes a más de 480 puntos base, a las turbulencias financieras internacionales relacionadas con la crisis griega.
Consideró que si en el consejo europeo del próximo 28 de junio se toman medidas “creíbles” para estimular el crecimiento, la prima de riesgo disminuirá.
Asimismo, Monti reiteró la necesidad de que Europa adopte los llamados “eurobonos” o el Fondo de Amortización de Deuda y reconoció haber recibido “consejos paternos y maternos” para que el país recurriera al apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI) o del Fondo salva Estados.
Pero insistió en que Italia puede “valerse por sí misma” y no requiere una “asistencia generalizada”, que sería como aceptar tener como gobernadores al FMI, a la Comisión Europea o al Banco Central Europeo.