“Mi madre, mi padre, mi esposa, me pidieron de rodillas que dejara el futbol. Yo quiero seguir, aunque ya no a la altura”, dijo Alonso. (Jam Media)
Corría agosto de 2009 en Italia y la plantilla del Espanyol de Barcelona se encontraba en el barrio de Coverciano, Florencia, como parte de su pretemporada de verano.
El día 8 de agosto, en este lugar, el mundo futbolístico se cimbró por completo: Dani Jarque, el capitán de Los Periquitos, perdió la vida por un mal cardiaco, una asistolia.
Los primeros compañeros en asistirle fueron Ferrán Corominas e Iván Alonso. Este último, curiosamente, ahora pone en entredicho su continuidad futbolística por un problema en el corazón.
El bicampeón de goleo en México, quien padece extrasístole ventricular, aseguró que una de las razones para dejar al Toluca es ese episodio trágico: “A mí se me murió un compañero y amigo en los brazos, Dani Jarque. Esto es algo que me trae malos recuerdos”.
El ariete agregó que para él fue un momento duro lo vivido en el momento de la partida de Jarque y esta situación lo ha obligado a no pensar en el aspecto futbolístico, sino en el factor salud y plano personal.
“Dani Jarque era un gran compañero, un gran amigo y gran persona, para mí fue un momento duro que me pone a pensar y yo no quiero que me pase nada, tengo dos hijos y esposa”, detalló.
Ese momento traumático originó solicitudes familiares de abandonar el balompié y aunque Alonso se aferra a la idea de seguir jugando en un lugar con menos altitud que Toluca.