Rabindranath Tagore
El 27 de marzo de 1986 el gobierno de la Unión Soviética levantó la prohibición que desde los años sesenta había impuesto sobre la música de los Beatles. Las composiciones de los creadores de "Back in the USSR", pudieron escucharse por primera vez de manera legal en el país. Los Beatles ya no existían como grupo y John Lennon había sido asesinado. Uno podría pensar que el poder transformador de esta música se había evaporado. Sin embargo, a pesar de la prohibición, la música del cuarteto de Liverpool había tenido una influencia enorme sobre los jóvenes del país.
Las expresiones musicales y artísticas han sido cruciales para cambiar al mundo. En particular han impulsado la construcción de mayores libertades. Sin libertad, de hecho, no puede haber creación artística, no puede haber innovación, no puede haber progreso.
Una canción, un poema, un ensayo, un video o una pintura en un zapato tenis no son posibles si no tenemos libertad. Los grandes artistas de todos los tiempos, desde Mozart y Leonardo da Vinci hasta Picasso y Los Beatles, han sido todos grandes revolucionarios.
Los gobiernos siempre le han tenido miedo a la libertad. Piensan que el pensamiento libre, aun en el arte, lleva a la rebeldía y a la pérdida de los privilegios que tienen los políticos.
El gobierno de la Unión Soviética prohibió durante años la música de Los Beatles porque pensó que con eso se evitaría la contaminación de los jóvenes soviéticos en un momento en que un movimiento de rebeldía juvenil se extendía por el mundo. Hoy algunos de los políticos mexicanos emprenden el mismo camino con la prohibición de los narcocorridos. Piensan que si se acaba con la música se termina el problema. No han entendido que la música es un simple reflejo de lo que sucede en la sociedad.
La prohibición de la música de Los Beatles por el gobierno soviético no pudo detener un cambio que estaba barriendo el mundo. Los discos del cuarteto de Liverpool se convirtieron durante años en objetos prohibidos de deseo. Por eso los jóvenes los buscaron con un entusiasmo y desesperación que no tenían aquéllos, en países con mayores libertades, en que sólo había que entrar a una tienda para adquirirlos. Un disco de Los Beatles era una declaración de libertad, como lo era vestir unos jeans desgastados.
Cuando se levantó la prohibición la juventud soviética ya era tan libre como la de otros países del mundo. Solamente los políticos autoritarios se negaban a aceptarlo. De hecho, la propia Unión Soviética se desmoronó cinco años después. Los cimientos de un régimen autoritario habían sido carcomidos por un cambio de actitud entre los jóvenes. Quizá la experiencia soviética nos demuestra que los gobiernos autoritarios sí tienen razones para tenerle miedo a la libertad, no sólo la política sino también la artística.
Los cambios que hicieron los jóvenes en la URSS hoy se sienten en México y en muchos países del mundo. Nuevos movimientos artísticos están transformando a la sociedad. Ayer me tocó ver muchos ejemplos de este movimiento en la entrega de premios Caminos de la Libertad para Jóvenes, un proyecto que yo encabezo para Grupo Salinas. ¿Adónde nos llevarán los jóvenes en el futuro en el arte y en la transformación de la sociedad? No lo sé. Pero estoy seguro de que nos sorprenderán.
Siempre habrá voces que se asusten, por supuesto, y que nos digan que la libertad es peligrosa. Y lo entiendo. No hay duda de que la libertad genera riesgos enormes. Por eso algunos la quieren suprimir. Y por eso nosotros, los mexicanos, la debemos impulsar.
CAMPAÑA
La campaña presidencial empieza hoy. Los mexicanos seremos saturados con millones de spots en un sistema hecho para privilegiar la "espotización" y frenar los debates de fondo. Pero esa es la ley que tenemos. No nos queda más que aceptarla y votar, aunque no sea por el mejor sino por el menos malo.
Twitter: @sergiosarmient4