Se le daba por muerta. Quien empezó la contienda presidencial con ímpetu como para disputar la supremacía en las encuestas a Enrique Peña Nieto recién salida de un proceso interno panista donde venció al favorito de Los Pinos, se había convertido en una tediosa candidata que navegaba del "diferente" del spot al "irrelevante" de su campaña… hasta la noche del domingo.
Desde mi punto de vista, Josefina Vázquez Mota ganó el debate. Su mano temblorosa de los primeros minutos cuando acudió a la urna transparente para sacar papelito rápidamente se olvidó y apareció una mujer firme que disparó exitosamente contra los tres varones:
Sacó a Peña la tesis dedicada a Montiel, recordó a Andrés Manuel López Obrador sus vínculos con el impresentable Bartlett, exhibió contra ambos los endeudamientos excesivos de los gobiernos priistas de Coahuila y perredista de Michoacán, ligó al sospechoso Yarrington con la campaña del mexiquense, se mofó de las sumas del tabasqueño, y a Gabriel Quadri lo mandó a la esquina desde el instante en que dijo que no se movía sin el permiso de "su mamá" (Elba Esther Gordillo).
Tras su desbarrancado e indefinido inicio de campaña, antier Vázquez Mota se instaló claramente en el papel de "candidata de la continuidad" de Felipe Calderón. Presumió los logros del gobierno y no hubo a quien se le ocurriera ponerle un alto recordándole los 60 mil muertos, el "presidente del empleo" que no lo fue, el aumento en la pobreza durante este sexenio, el fracaso en educación.
Se benefició de algo muy parecido a lo que aprovechó Gabriel Quadri en el primer debate: la dieron por muerta, la consideraron arrinconada en el tercer lugar, la estrategia de sus rivales contemplaba no hacerle caso y ella sacó ventaja de eso. Se notó la mano de las nuevas incorporaciones a su equipo de campaña.
Quadri, desprovisto del factor "novedad", jugó el papel de corte comercial y ya ni como chiste era divertido; Peña Nieto deslució titubeante y desencanchado, desaparecido; y López Obrador, hastiado y errático, vapuleado por sus irrealidades, diluido también.
Vía Twitter el presidente Calderón se montó al debate para descalificar las cifras del tabasqueño (despedir a todos los mandos medios y superiores del gobierno generaría un ahorro de 2 mil millones de pesos, no de 300 mil millones, como asegura el candidato), quizá mandando señal al panismo sobre, dado el caso, cuál cree el primer mandatario que es el sentido en que debe darse el voto útil.
¿Demasiado tarde para Josefina? Quizás. Si la gente evalúa que venció en el debate, quizá le sirva, de entrada, para regresar al segundo lugar en las encuestas, aunque sea en empate, tomar oxígeno y apuntar hacia arriba. Pero López Obrador no querrá romper su racha y Peña Nieto buscará conservar su cada vez menor ventaja. Sólo quedan 19 días.
SACIAMORBOS
Niveles de audiencia históricos en el debate: escogieron verlo a través de Televisa 17.4 millones de personas y lo hicieron por TV Azteca 5.2 millones.