Estadísticas. Se incrementan los niveles de violencia familiar, social y de pareja.
Un estudio realizado por expertos del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) reveló que los jóvenes que han padecido algún tipo de agresión física, familiar o social tienen tres veces más posibilidades de repetir esos patrones de conducta.
A decir del doctor Héctor Javier Sánchez Pérez, investigador y titular del área académica de Sociedad, Cultura y Salud de Ecosur, la violencia está tan presente desde tiempos históricos que suele ser percibida como un componente ineludible de la condición humana, "un hecho inevitable al que reaccionamos en lugar de prevenirlo".
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, la violencia es una de las principales causas de muerte entre la población de 15 y los 44 años de edad, al ser responsable de 14 por ciento de las defunciones masculinas y, al menos, 7 por ciento de las mujeres.
El estudio en el que participaron cerca de dos mil alumnos de preparatoria, que representó 11 por ciento de la comunidad estudiantil de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, indica que están incrementándose los niveles de violencia familiar, social y de pareja.
Sánchez Pérez puntualizó que al cuestionar a los jóvenes sobre algún acto de agresión en el año previo al estudio, 62 por ciento contestó haber estado implicado en comportamientos violentos contra sí mismo u otra persona.
Dentro de ese universo de estudiantes evaluados, al menos uno de cada dos individuos reveló haber ejercido un atropello doméstico a personas que comparten lazos de parentesco, mientras que 16 por ciento lo infringió en hechos sociales, y 32 por ciento agredió de alguna u otra manera a su pareja.
El doctor Sánchez expresó que: "La violencia, contrario a lo que muchas personas piensan, no es innata en el ser humano; más bien, el entorno en el que se desenvuelve cada uno propicia las conductas de agresión hacia ciertas situaciones o personas".
Ante ello, el investigador explicó que diversos especialistas de este Centro Público de Investigación Conacyt realizan acciones de prevención y han desarrollado diversos programas vivenciales, con el propósito de formar personal capaz de detectar y atender a personas víctimas de violencia, mediante una técnica denominada "counceling".
"Dicha técnica ofrece contención a los individuos para frenar los actos agresivos que sufren", enfatizó este investigador de Ecosur.
El doctor Sánchez Pérez insistió que una de las situaciones que más preocupa se da en las escuelas primarias, donde los menores han sido víctimas de insultos, golpes o humillaciones por parte de sus compañeros.
Ante los resultados obtenidos, se buscará sensibilizar primero a los jóvenes chiapanecos y, posteriormente, a los del resto del país, a fin de mostrar a los jóvenes otras formas de relacionarse a partir del diálogo, la equidad y la igualdad.
La iniciativa también contempla una serie de diplomados para las nuevas generaciones, "pues es indispensable hacer frente a los factores de riesgo individuales y adoptar posturas encaminadas a fomentar actitudes y comportamientos saludables en los niños y los jóvenes durante su desarrollo", expresó Sánchez Pérez.
Insistió en que la violencia es un problema polifacético, para el que no existe una solución sencilla o única y, por tanto, es necesario actuar de manera simultánea en diversos niveles y múltiples sectores de la población para prevenirla.
El estudio que contó el apoyo financiero de los Fondos Mixtos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y con la participación de la organización Tech Palewi, buscará hacer frente a las desigualdades entre los sexos y actitudes y prácticas culturales adversas.
62 % de los jóvenes contestó haber estado implicado en comportamientos violentos contra sí mismo u otra persona.