Joyas con corazón y sentimiento mexicano

Plasmar la belleza de México en una pieza de joyería es el sueño que desde hace seis años materializa Marina Gutierrez, alcanzando ya escenarios internacionales.

Marina Gutierrez y Raúl Sánchez, además de ser esposos, son la cabeza de la marca de joyería Marina Gutiérrez, que en agosto pasado presentó con éxito sus últimas colecciones y los avances de la colección 2013 durante la Plataforma de la Feria Internacional de Regalo y Joyería en Nueva York, una de las más reconocidas en el mundo.

Diseñadores por vocación, esta pareja empezó a trabajar en un pequeño taller en el año 2006, pero con el paso del tiempo han ido creciendo e incorporando a su equipo de trabajo a gente joven y talentosa que les ayuda en el proceso creativo y en la fabricación de la joyería.

El poder de Tulix

La libélula, incluida en todos y cada uno de sus diseños, se ha convertido poco a poco en el sello distintivo de su joyería, la utilización de materiales de origen mexicano en donde la plata es parte esencial de sus piezas, les ha ido forjando una identidad propia que ha sido considerada como una propuesta diferente dentro del mundo de la moda. Además de hacernos disfrutar sus diseños, una de las cosas más importantes para estos diseñadores es utilizar su arte para dar a conocer a su país fuera de sus fronteras con su estilo tan particular de expresar en la joyería la cultura mexicana.

Marina señala que la misión más importante que tienen es el darle proyección internacional a los materiales típicamente utilizados en el país, “una de las características de nuestra joyería es que la mayoría son piezas artesanales y únicas, pues se elaboran a mano, actualmente el empaque que utilizamos para la joyería está fabricado utilizando fibras de pino y elaborado por indígenas rarámuris de la sierra de Chihuahua; nosotros nos sentimos muy comprometidos con nuestra comunidad y con nuestras raíces y es la manera en que podemos contribuir a mejorar la calidad de vida de nuestra gente”.

La diseñadora explica que la idea de utilizar la libélula surge en el año 2009 “porque nos sentimos muy identificados con ella y con la situación a la que nos enfrentábamos en ese momento. La libélula representa el poder y el equilibrio, pero también la sencillez y la elegancia, éstas son características que nos han identificado desde nuestros inicios en esta profesión, la gente que nos conoce sabe que estas son cualidades que nosotros mismos tenemos y que trasmitimos en nuestros diseños. A raíz de la colección “Tulix” (que en maya significa libélula) mucha gente ha empezado a llamarme así de cariño, ahora nuestros clientes nos identifican con la libélula porque todas las piezas la llevan incorporada en el diseño”.

La mejor fuente de inspiración para Marina es México sus colores, sus formas y sus texturas, sus olores. “Queremos plasmar toda la belleza de México en nuestra joyería con un toque actual que las mujeres modernas puedan portar con orgullo para mostrar todo aquello que nos representa como mexicanos”.

Y lo más importante para ella “es representar a México mediante las piezas que diseñamos, así, ha creado varias colecciones como 'Mexicanísima' y 'Tulix' que han tenido mucho éxito en el extranjero por este sentido de identidad que las caracteriza”.

Cosechan éxitos

El mayor triunfo que han cosechado hasta ahora es el de haber sido invitados a vender su joyería en las tiendas de los diseñadores de moda Pineda Covalín por la misma Cristina Pineda, quién en una de sus visitas a esta ciudad vio su trabajo y los llamó para que se integraran a su equipo de diseñadores de joyería vendiendo sus propias colecciones. Pero además, también están presentes en 6 de sus showrooms en diferentes partes de la república.

Otro de los éxitos que han alcanzado este año es el haber participado en la Feria Internacional del Regalo en la Ciudad de Nueva York en el mes de agosto, donde se consiguió establecer relaciones comerciales y distribuciones con diferentes estados de la unión americana como Virginia, Florida, California, Nueva York, Texas y Puerto Rico.

Adicionalmente a partir de este año, sus colecciones se exhiben y venden en las tres tiendas del Museo de Arte Popular de la Ciudad de México.

A pesar de los triunfos obtenidos, la tarea no ha sido fácil el reto más grande al que este equipo se ha tenido que enfrentar es ser reconocidos en su ciudad ya que generalmente el reconocimiento ha venido de fuera de la región. “Otra dificultad con la que nos hemos topado en el transcurso de este camino, ha sido la competencia desleal y la piratería de personas del mismo medio, en este negocio es muy común copiar diseños de otros y asumirlos como propios”.

Pero a pesar de esto, Marina Gutierrez no se detiene y sus sueños vuelan más alto “nos gustaría ser reconocidos dentro de los mejores diseñadores mexicanos de joyería y seguir posicionando nuestra marca a nivel nacional e internacional, los planes para el futuro próximo son los de abrir nuestra propia tienda y continuar vendiendo en casas departamentales y en museos.

Estamos conscientes del compromiso que tenemos al representar a México a través del diseño de nuestras joyas, cada una de nuestras Tulixs lleva un pedacito de corazón con sentimientos de nuestro país”.