Masacre. En el atrio de la Parroquia de Nuestra Señora del Refugio los imperialistas fusilaron a 12 matamorenses en 1866.
Hoy hace 206 años nació Benito Juárez, llegó a ser uno de los Presidentes más importantes tanto en el ámbito político como en la vida social actual.
La Comarca Lagunera y muchos de sus habitantes jugaron un papel fundamental en los pasos de Juárez por escapar de la persecución imperialista, proteger los Archivos de la Nación y restaurar la República, vale la pena recordar cómo ocurrió este capítulo de la historia en nuestra región.
"A Juárez le debemos muchísimas cosas, prácticamente nos volvió a poner en el mapa nacional con decisiones clave, deberíamos de estar orgullosos de lo que sucedió durante la invasión de los franceses y lo que se logró con el esfuerzo de aquellos coahuilenses y laguneros", indicó el escritor e historiador de Matamoros Oliverio Rodríguez Herrera.
Desde que comenzó su cargo como presidente de la república Juárez no contó con un camino fácil para gobernar, la Guerra de Reforma contra los conservadores había ocasionado que los recursos económicos del país se afectaran y el pago de la deuda externa a países como España, Inglaterra y Francia se viera suspendido, ante esto se negociaron planes de pago con las dos primeras naciones, pero los franceses simplemente no aceptaron, luego de pactar con los conservadores decidieron invadir México en 1863.
El estado de Coahuila y la Comarca Lagunera vivían desde hace mucho sus propias tensiones, empezando porque las áreas de Coahuila y Nuevo León estaban unidas bajo un solo gobierno regional, Santiago Vidaurri era el llamado "Gobernador de Nuevo León y Coahuila" y contaba con un amplio sistema de influencias con hacendados y empresarios de toda el área.
La situación de unión entre estas entidades ya había causado fricciones entre algunos habitantes del lado de Coahuila, inclusive un número de empresarios se les había unido en la demanda de independizarse y recuperar la soberanía estatal, hecho que de inmediato causó el traslado de la capital a la ciudad de Monterrey en 1862 por parte de Vidaurri, el Gobernador ya se había enterado de las conspiraciones para separar los estados y de la eventual visita del Presidente Juárez a tierras coahuilenses.
Para 1863 el Presidente de la República y su familia se encontraban en San Luis Potosí, los franceses y los conservadores les seguían el paso desde el centro del país y se debían mover constantemente para evitar ser atrapados, la ruta natural era hacia el norte y la siguiente ciudad en la lista era Saltillo.
Mientras tanto La Laguna había vivido ya un estallido de inconformidad local, el sistema de haciendas y peones tuvo repercusiones negativas para el empresario español Leonardo Zuloaga, él había comprado la Hacienda de Santa Ana de los Hornos (hoy Viesca) en 1841 y desde entonces los pobladores del rancho de Matamoros se sintieron amenazados, veían con malos ojos la expansión de los terrenos del empresario, tensiones que se liberaron en un ataque a la hacienda en 1863.
Luego del ataque Zuloaga envía una carta a su amigo Santiago Vidaurri, "en fin aquí me tiene usted hundido en la más triste desolación, esperando también mi hora junto con los que me rodean", el Gobernador estaba perdiendo aliados y poder, Coahuila ya no era de su dominio y Juárez llegaría por fin el 9 de enero de 1864 a la ciudad de Saltillo.
El Presidente viajero llegó al mediodía, lo acompañaban de manera permanente Guillermo Prieto, José María Iglesias y Sebastián Lerdo de Tejada y fueron recibidos por un gran número de coahuilenses esperanzados en la independencia del estado, el más notable sin duda era Francisco Zarco que personalmente le pidió "hacer algo al respecto, estamos cansados del dominio pretencioso de Vidaurri y sus aliados, la soberanía y la libertad deben de regresar a esta entidad de inmediato".
Entre los que recibieron a Juárez en Saltillo se encontraba también un reducido número de matamorenses enviados por Jesús González Herrera, este personaje se convertiría en el principal aliado del Presidente dentro de laComarca Lagunera pues le había seguido los pasos desde que asumió el cargo, algunas versiones afirman que Juárez recibió la primera oferta de resguardase en La Laguna durante ese encuentro breve.
Para entonces las fuerzas imperialistas ya habían ubicado a Juárez en Saltillo, Maximiliano se encontraba ya gobernando en la capital del país y era tiempo de que el Presidente hiciera un nuevo movimiento político y estratégico, fue así que el 26 de febrero de 1864 Benito Juárez declaró la independencia de Coahuila y nombró a Andrés S. Viesca como nuevo Gobernador, Vidaurri no tuvo otro remedio que replegarse fuera de Nuevo León y aliarse con los conservadores.
"Juárez era apoyado por los Estados Unidos en su huida y su posterior lucha contra los imperialistas, las armas y muchos de los recursos para que se restaurara la República venía del gobierno norteamericano, posiblemente ha sido la muestra más evidente de la llamada doctrina Monroe hacia un país… a ellos no les convenía que los franceses estuvieran en México", indica el Doctor Sergio Corona en una de sus Crónicas oficiales de Torreón.
De manera natural los conservadores ya esperaban a Juárez en Monclova, se hicieron correr rumores de su viaje al norte del estado y se comenzaron a mover las piezas de inmediato, sin embargo en un cambio repentino el Presidente se dirigió a la Comarca Lagunera con su nuevo aliado Jesús González Herrera, el matamorense ya había preparado un grupo de hombres para recibirlo y esconder los Archivos de la Nación, documentos que eran de suma importancia para no permitir el crecimiento "legal" del Imperio de Maximiliano.
"Desde La Laguna se habían escuchado los rumores de que venían los franceses, los guardianes de los Archivos de la Nación sabían de los riesgos que enfrentaban al ayudar a Juárez, pero aún así se armaron de valor e hicieron una estrategia para ayudar al Presidente, era gente estudiada y con mucha dignidad aquí en Matamoros", indica el Escritor Oliverio Rodríguez.
Juárez viajaba con Lerdo de Tejada, Iglesias y Prieto, detrás los seguía un convoy con los archivos desde Saltillo, el mismo Gobernador Andrés S. Viesca apoyó el traslado de los documentos desde el 25 de agosto de 1864, en los siguientes días arribaría la comitiva presidencial a la famosa Hacienda de Santa Ana de los Hornos.
Ahí los recibió el líder lagunero González Herrera en su casa, su familia y algunos matamoroenses organizados para apoyar al Presidente le dieron la bienvenida de una forma tradicional a pesar del apuro por escapar de la persecución: "allí en un rincón toman asiento el Presidente de la República y sus infatigables compañeros: Guillermo Prieto, José María Iglesias y Sebastián Lerdo de Tejada. Años, muchos años después, por tradición no exenta de orgullo, los descendientes han de decir: Me contaba mi abuelita que el señor Juárez recogía de donde se estaba torteando, las tortillas enchiladas que llevaba humildemente a sus ministros", narra el historiador Lucas Martínez.
Será el 4 de Septiembre cuando Juárez salga de la Hacienda y arribe al rancho del Gatuño por la noche, ahí se realizaría una junta con el tío de Jesús González Herrera, el señor Juan de la Cruz Borrego él sería el responsable de los Archivos de la Nación durante los dos años siguientes, responsabilidad que no sería exclusiva, pues ahí mismo se pactó con un grupo de 20 hombres la resistencia militar contra los franceses, quienes llegarían de forma inevitable más tarde, los guardianes entonces serían:
Jesús González Herrera, Juan de la Cruz Borrego Peña, Marino Ortiz, Darío López Orduña, Julián Argumedo, Vicente Ramírez, Cecilio Ramírez, Andrés Ramírez, Ángel Ramírez, Ignacio Ramírez, Esteban Ramírez, Diego de los Santos, Miguel de los Santos, Epifanio Reyes, Telésforo Reyes, Jerónimo Reyes, Rafael Reyes, Ignacio Reyes, Francisco Julián, Jerónimo Anzalde, Ángel Anzalde, Guillermo Caro, todos laguneros y de mentalidad liberal.
Habiendo establecido esto, Juárez y su grupo de gobierno decidieron seguir camino a Chihuahua, pero antes de despedirse de los Guardianes el Presidente concedió al rancho del Gatuño otro nombre: "Congregación Hidalgo", esto para celebrar la alianza formada en La Laguna con el nombre del Padre de la Patria.
Los Guardianes del Archivo habrían de ubicar los papeles en el interior de la cueva del Tabaco o la "cueva de los murciélagos", se trataba de un pequeño refugio en la serranía de Matamoros que cubrieron con ramas, tierra y lejos de todos los caminos que eran usados regularmente.
Fue así, que durante las noches siguientes el Presidente viajaría hacia la Hacienda de Santa Rosa, (hoy Gómez Palacio) ahí recordó las atenciones de los pobladores y los más de ocho días que pasó cerca del rancho de Matamoros, sabiendo que también sería un paso esencial en el futuro decidió elevar el poblado a Villa de Matamoros el 8 de septiembre.
Finalmente Juárez había terminado su paso por La Laguna, su trayecto se concentró posteriormente en Chihuahua y sus acciones militares en Querétaro, sin embargo algunos habitantes de Matamoros y simpatizantes de Juárez tuvieron un desenlace fatal cuando por fin se encontraron con los imperialistas franceses.
"Es una de las escenas más horribles que podamos imaginar, los imperialistas los hicieron sufrir, los insultaron frente a sus familias y aún así resistieron como valientes hasta el final… de todas maneras no consiguieron nada y los archivos quedaron intactos en la cueva del Tabaco, es digno de ponerse de pie y aprender de ellos", indica el Escritor Oliverio Rodríguez.
En la mañana del 10 de enero de 1866 los franceses buscaban a Juárez y al grupo de los Guardianes en la Villa de Matamoros, ordenaron sacar a todos los varones de las casas y formarlos en una línea hacia el norte, José Santos Valdés narra de aquel episodio que tanto las mujeres como los niños "eran apartadas a culetazos de rifle, lo que se aproximaba era una masacre de laguneros que defendían su tierra de los invasores".
Durante el transcurso de la tarde hicieron a los matamorenses cavar un enorme pozo lineal a sus espaldas, sacando la tierra lograron terminar para la tarde a punta de amenazas y burlas, cerca de aquel lugar se encontraba el maestro Cristóbal Díaz, primer profesor de la Villa de Matamoros y simpatizante juarista, cuando los imperialistas supieron de su presencia lo sumaron a lo que era ya una línea de fusilamiento.
"El maestro sereno se volvió a sus compañeros diciéndoles: Vamos a morir por la Patria... !Viva México! ¡Viva Juárez!.. ¡Y sonó la descarga!, los cuerpos de los ajusticiados cayeron de espaldas al fondo del pozo. Una fajina de imperialistas avanzó al paso veloz y se ocupó de cubrir los cadáveres de tierra. Más allá de la línea de soldados, había mujeres desmayadas y llorando. Los alumnos del maestro, con los ojos abiertos por el espanto, maldecían en silencio a los soldados", nos describe José Santos Valdés.
Los imperialistas habrían de buscar a Juárez y sus archivos sin éxito en algunas viviendas de La Laguna, eventualmente se marcharon y desocuparon la región dejando una tragedia a sus espaldas, de esta forma también terminaría el capítulo de los matamorenses y los Guardianes del Archivo con el Presidente Benito Juárez, una vez restaurada la república los documentos regresaron a la capital del país y con el paso del tiempo se comenzaron a contar las primeras historias de estos defensores laguneros.
Hoy los restos de Juan de la Cruz Borrego y Marino Ortiz se encuentran en la base un monumento de la plaza principal de Matamoros, la casa de Jesús González Herrera en Viesca se convirtió en un museo y el sitio de la cueva del Tabaco es hoy un atractivo turístico, todos estos lugares en memoria de los ciudadanos que formaron parte de la resistencia juarista de La Laguna.
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Juárez confió en ellos
Estos son los nombres de los Guardianes del Archivo de la Nación durante la intervención francesa:
⇒ El general y principal colaborador de Juárez en la Laguna, Jesús González Herrera, Juan de la Cruz Borrego Peña (tío del primero), Marino Ortiz, Coronel Darío López Orduña, Julián Argumedo, Vicente Ramírez, Cecilio Ramírez, Andrés Ramírez, Ángel Ramírez, Ignacio Ramírez, Esteban Ramírez, Diego de los Santos, Miguel de los Santos, Epifanio Reyes, Telésforo Reyes, Jerónimo Reyes, Rafael Reyes, Ignacio Reyes, Francisco Julián, Jerónimo Anzalde, Ángel Anzalde y Guillermo Caro como centinela.
⇒ El 10 de enero de 1886 fue fusilado el primer profesor de la Villa de Matamoros Cristóbal Díaz, lo acompañaron 11 personas más que se resistieron a la presencia francesa en la Comarca Lagunera.