Los jugadores de la FC Juventus celebran su victoria ante el SSC Nápoli en la final de la Supercopa, en el estadio Nido de Pájaro de Pekín. (AP)
Un día después de que su entrenador, Antonio Conte, fuera sancionado con 10 meses de inhabilitación por su implicación en un escándalo de apuestas ilegales, el Juventus ganó en un gran partido la Supercopa de Italia al Nápoles, su verdugo en la pasada Copa, al que remontó en dos ocasiones y acabó goleando 4-2.
El primer torneo de la temporada italiana, disputado en el Estadio Olímpico de Pekín (mismo escenario que en 2009 y 2011), se jugó bajo una permanente llovizna que convirtió el encuentro en una final rápida y por momentos brillante, con muchas ocasiones para los dos equipos y en el que la expulsión de los jugadores del Nápoles Zúñiga y Pandev en los últimos minutos acabó decidiendo la batalla en la prórroga.
El Juventus comenzó dominando los primeros minutos del partido, quizá hostigado por una grada totalmente entregada a la "Vecchia Signora". El incombustible Pirlo y un Giovinco que fue muy activo todo el encuentro gozaron de las primeras ocasiones ante un Nápoles aparentemente conservador.
Cuando todo pintaba bien para los "bianconeri", un fallo de la defensa juventina adelantada en medio campo dejó al veloz Cavani solo y con todo el área contraria por delante; un gran Buffon atajó el primer disparo a bocajarro del uruguayo, pero el rechace volvió a los pies del delantero y su segundo disparo ya fue imparable, colocando el 0-1 para los celestes.
La Juve no se amilanó con el marcador en contra y 10 minutos después lograba empatar con un fabuloso disparo de Asamoah, su nuevo fichaje, tras un centro que el ghanés enlazó al vuelo.