Promoción. La actriz habla de su papel en la película Un Método Peligroso.
El mundo de la actuación tiene sus secretos y para los actores representa siempre desafíos distintos.
Para la delgada actriz británica Keira Knightley es un trabajo que implica un lazo particular con sus personajes.
"Hay gente que piensa que actuar es una terapia pero para mí es muy catártico dar vida a personajes oscuros, es fácil caer en la depresión", dijo Knightley ahora que estuvo rodando las escenas de la película Un método peligroso, donde encarnaba a Sabina Spielrein, una joven rusa internada contra su voluntad en un hospital psiquiátrico.
La película, que ya tiene fecha de estreno, es dirigida por David Cronenberg y trata sobre Sigmund Freud.
Knightley dijo que su terapia "para sacar la tristeza que le provoca su personaje" es descansar y relajarse para "recuperar su alegría".