Paz. Kofi Annan, exsecretario general de la ONU y actual medidador en el conflicto, dijo que la paz se tiene que firmar el 10 de abril.
El enviado conjunto de la ONU y la Liga Arabe para Siria, Kofi Annan, fijó como fecha límite el 10 de abril para el cumplimiento de los seis puntos de su plan para poner fin a la violencia en Siria, dijo el lunes un diplomático de Naciones Unidas.
El diplomático dijo que Annan está dispuesto a dar al gobierno del presidente Bashar Assad un poco más de tiempo para detener la violencia. El diplomático dijo haber asistido a la sesión informativa a puerta cerrada de Annan ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ayer lunes. Habló con la condición de mantener el anonimato porque la sesión era a puerta cerrada.
El plan de Annan para poner fin a la crisis política del país incluye un inmediato cese al fuego diariamente durante dos horas para que los civiles puedan recibir ayuda humanitaria. También exige el retiro del ejército y de equipo pesado militar de zonas pobladas y una tregua general para que ambas partes puedan discutir una solución política.
A la fecha, la diplomacia internacional ha fracasado en frenar la violencia.
Ayer activistas informaron que dos personas murieron durante redadas que efectuó el gobierno en aldeas del norte de Siria, en tanto que una víctima pereció por el estallido de una bomba en una ciudad de la misma región.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que las fuerzas del gobierno mataron a dos personas en la provincia norteña de Idlib y que una persona perdió la vida al estallar una bomba en un kiosco en la ciudad de Aleppo.
Según Naciones Unidas, más de nueve mil personas han muerto durante la sublevación en Siria que dio inicio en marzo de 2011.
En tanto Rusia dijo que el gobierno de Siria debe dar el primer paso hacia la solución del conflicto en el país retirando al ejército de las calles.
Si bien Serguei Lavrov agregó que las fuerzas de la oposición del país deberían hacer lo mismo rápidamente, sus declaraciones parecen reflejar la creciente impaciencia de Moscú con el mandatario sirio Bashar Assad.
Rusia y China han protegido dos veces al presidente Assad de las sanciones de Naciones Unidas por su represión de un levantamiento popular, sin embargo ayer Rusia mostró una opinión distinta.