Hasta septiembre tendrá México presidente electo, una vez que el Tribunal Electoral del Poder Judicial decida sobre las impugnaciones presentadas al proceso electoral de este 2012. Sin embargo, Enrique Peña Nieto empieza ya a ver perfiles de quiénes podrían integrar su gabinete y para la Secretaría de Relaciones Exteriores empiezan a sonar algun@s nombres.
1.- Beatriz Paredes: Hay vari@s priistas que señalan que Paredes no quería ser candidata a jefa de gobierno del DF, que no le gusta hacer campaña y que lo que ella realmente quiere es ser la próxima Canciller. Paredes tiene varias fortalezas, como el hecho de que es una de las políticas mexicanas más conocidas en América Latina, así como el haber sido embajadora de México en Cuba. Paredes es maestra en retórica y en el arte de ocultar lo que realmente opina. Sin embargo, seleccionarla como Canciller mandaría el mensaje de que Peña Nieto no está interesado en mostrar que una nueva generación de priistas llegó al poder en México, sino que son los mismos que nunca se fueron. La labor de Paredes como Canciller podría ser conservadora. No habría reclamos a Cuba por Derechos Humanos, no habría señalamientos a Venezuela y con Estados Unidos realmente no queda claro hacia dónde se orientaría la relación bilateral.
2.- Pedro Aspe. En Templo Mayor ya quedó consignado que Aspe es uno de los nombres que suenan para dirigir la diplomacia mexicana. Aspe también es muy conocido en los organismos internacionales por su desempeño como Secretario de Hacienda durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari y tiene a vari@s amig@s en el Servicio Exterior Mexicano. Su cercanía con Luis Videgaray lo pone a un paso del piso 22 de la nueva sede de la Cancillería, pero al igual que con Paredes, la designación de Aspe mandaría el mismo mensaje de que el PRI no se ha renovado.
3.- Jorge Montaño. Diplomático de carrera, Montaño es uno de esos hombres que dialoga con personajes de todas las fuerzas políticas de México. Montaño ha sido mentor de varios diplomáticos y de toda una generación de internacionalistas que se forman en el ITAM y ha sido representante de México ante la ONU y embajador de México ante EU. Su libro "Misión en Washington" es lectura obligada para cualquier estudiante de Relaciones Internacionales. Su fortaleza es su currículum y su pertenencia al Servicio Exterior. Su debilidad es tal vez que tenga un sesgo hacia América del Norte y que descuidara la relación con Asia. Montaño coescribió un ensayo sobre la plataforma de política exterior del PRI en la edición pasada de la revista Foreign Affairs Latinoamérica.
4.- Emilio Lozoya Austin. Coautor del ensayo referido en el párrafo anterior, el Maestro Lozoya es economista y abogado y fue designado como responsable del área internacional de la campaña de Peña Nieto. Su juventud es uno de sus fuertes, pero no pertenece al Servicio Exterior y algunos diplomáticos mexicanos me han comentado que podría tener un sesgo por los temas económicos en la Cancillería, justo como fue durante los años del ex Canciller Derbez.
5.-. Sandra Fuentes Beráin. Diplomática de carrera adscrita en Bruselas. Fuentes Beráin es una de las diplomáticas mexicanas con mayor experiencia. Ha sido previamente embajadora de México en Canadá y en Francia y tiene experiencia consular también.
6.- Roberta Lajous. Una de las diplomáticas de carrera con más experiencia y cuyo paso por el Instituto Matías Romero hace que sea de las favoritas del Servicio Exterior. Actualmente trabaja en un libro sobre la historia diplomática de México en el Colmex. Lajous podría ser una buena opción.
7.- Arturo Sarukhán. Desde los años 80, México no tenía a una persona que durara todo el sexenio como Embajador de México ante Estados Unidos. Nadie discute la inteligencia de Sarukhán y el que haya sido tal vez el mejor diplomático mexicano que hemos tenido en Estados Unidos. Sin embargo, Sarukhán es percibido demasiado como el "embajador de Calderón" y cuentan que ha molestado a varios en Cancillería cuando de manera indisciplinada se ha adelantado a hacer anuncios en su cuenta de Twitter antes de que la misma SRE o la presidencia lo hicieran.
Uno de los problemas que dejará el gobierno de Calderón es el de la imagen internacional de México. Por ello, idealmente quien llegue a la Cancillería debería de reunir características similares a las de Hillary Clinton en EU: carisma, reconocimiento de nombre internacional, inteligencia, capacidad de comunicar y visión para la agenda. Obama asumió la presidencia de EU con una imagen deteriorada de su país por los años de Bush y algo similar le ocurre hoy a México.
Esos son algun@s de los nombres que suenan para dar la cara por México ante el mundo en el siguiente sexenio. Dicen que la pelea fuerte está entre Paredes y Aspe. Al final, quede quien quede lamentablemente ningun@ ha dado indicios de cambio, sino de continuidad y de apego al tradicionalismo diplomático. Una vez más habrá que esperar a que alguien ponga la diplomacia mexicana en el siglo 21.
Politólogo e Internacionalista
Twitter @genarolozano